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Trucos para acertar más preguntas en un test de oposición

Muchas personas que se están preparando para unas oposiciones temen enfrentarse al examen que tienen que realizar, pues se trata de un examen tipo test. Muchas preguntas, preguntas cortas y concretas, con varias respuestas parecidas, los fallos se penalizan, disponen de un tiempo limitado para responder a todas las preguntas, deben hacerlo en una hoja de respuestas aparte y tienen los nervios a flor de piel. Todo esto, además, añadido a tanto tiempo de estudio detrás. Es por eso que aquí vamos a darte algunos trucos para acertar más preguntas en un test de oposición. ¡Allá vamos!

¿Cómo acertar las preguntas tipo test?

En un test de oposición habrá preguntas muy concretas sobre algún detalle que, al estudiar, quizás hayas pasado por alto. Lee bien la pregunta y, si puedes, subraya las palabras claves, que te ayudarán a entender mejor qué te están preguntando. Cuando hayas subrayado las palabras clave, inconscientemente te pondrás a recordar en qué tema, apartado y página estaba la respuesta a esa pregunta. Esto se servirá para que, en caso de que necesites volver a revisar la pregunta, encuentres más rápido la información que buscas, o algún dato en el que no hayas reparado antes.

Un error que se suele cometer en un test de oposición es leer la pregunta “por encima” y a continuación leer las respuestas. Esto puede crearte dudas. Ve más despacio, lee solo la pregunta e intenta responderla sin leer las respuestas. Esto te ayudará después a dar con la respuesta correcta. Si, por el contrario, no entiendes el enunciado de la pregunta, prueba a leer las respuestas y descartar las que sabes que son incorrectas. Si dudas con respuestas que son muy similares entre sí, identifica sus características y diferencias, fíjate en cómo están formuladas, si tienen erratas, etc.


El tiempo es oro durante el test y tienes que contestar a muchas preguntas, por lo que es conveniente que antes de comenzar te organices bien para que te sobre un poco y después revisar las preguntas. No dediques más de 2 minutos en una sola pregunta y no pierdas tiempo en las que tengas dudas. Si dudas, salta a la siguiente pregunta. Ahora bien, durante todo el tiempo en el que realices el examen, debes revisar el examen al menos unas 3 veces.

La primera vez ve directo a responder las preguntas de las que estés más seguro. Si te lo permiten, puedes apuntar en un folio aparte todas las respuestas que vayas haciendo, para así descartarlas la segunda vez que lo revises. Esta segunda vez utilízala para prestar más atención y responder a las preguntas que tengas dudosas. ¡Cuidado con dejar respuestas en blanco! En los últimos minutos del test, revisa una tercera y última vez tus respuestas para asegurarte de que están todas contestadas y que no te dejas ninguna sin responder.

Antes del examen tipo test, ¡descansa!

Es importante darse una tregua antes de enfrentarse a un examen de oposición y, en concreto, para preparar bien el examen tipo test de una oposición. Estudiar todo el contenido sin parar el último día, sin dejar descansar el cerebro, no ayudará a rendir mejor. Es recomendable dedicarle los últimos días a repasar lo más importante, datos que cuesten más digerir, como fechas, leyes, definiciones, nombres, etc., es decir, datos que en el examen podrían despistar u olvidarse.

Asimismo, es importante que dejes a tu mente descansar, así que tómate tiempo para relajarte y reflexionar haciendo otras actividades. Cuando llegue el día del examen de la oposición, estarás más concentrado. Sigue alguno de nuestros trucos para acertar más preguntas en un test de oposición y ¡suerte!

Antonio Quintero No hay comentarios

5 cosas en las que debes fijarte para saber si un máster es oficial y homologado

Acabar la carrera y seguir estudiando para especializarse en profundidad sobre un tema es una opción por la que muchos se decantan. Sin embargo, no todo el mundo cuenta con la información necesaria para elegir la opción más correcta, saber las instituciones que avalan el título o el reconocimiento que tiene no solo a nivel nacional sino internacional. Supongamos que conoces las diferencias entre el Máster y el Postgrado y te has decantado por la primera opción a la hora de continuar tus estudios. ¿Cómo saber si un Máster es oficial y homologado? ¿En qué se diferencia un Máster oficial de un título propio? Todas las respuestas que necesitas, a continuación.

¿Cómo saber qué estudiar en la universidad?

Diferencias entre un Máster oficial y un título propio

En España, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) se hace cargo de los procesos de orientación, evaluación, certificación y acreditación de los títulos de grado, máster y doctorado para aprobar su homologación en el marco de los 47 países que forman parte del Espacio de Educación Superior (EEES).

Este organismo de carácter autónomo fue creado por el Consejo de Ministros de Gobierno de España en 2002; también ofrece un buscador donde pueden consultarse todos los títulos oficiales y los centros donde pueden cursarse. En este artículo te contamos los puntos en los que debes fijarte para saber si un máster es oficial y homologado. Presta especial atención:

1. Acreditación y homologación de los títulos

Como ya hemos mencionado anteriormente, los másteres oficiales se regulan a través de la entidad dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), la ANECA. Por el contrario, los títulos propios son aprobados por las universidades y se someten a un procedimiento normativo más flexible.


Gracias a que no pasan por ningún proceso burocrático, los títulos propios se pueden poner en marcha de forma más rápida; también juegan con la ventaja de poder cubrir los puestos más demandados por el mercado laboral, ya que las universidades mantienen un contacto directo con las empresas, que les informan de los nuevos perfiles profesionales que el mercado demanda.

2. Diseño e impartición del Máster

Los másteres oficiales siempre son impartidos por personal universitario. En el caso de los títulos propios, los profesores de la propia universidad, sujetos a sus normas y al reglamento interno, son los que diseñan los programas y la manera en la que van a impartirse. Por esto, la plantilla del profesorado puede contar con profesionales y expertos de distintos ámbitos.

¿Qué es mejor, un Máster universitario o un título propio de Máster?

Saber qué es mejor, si un máster universitario o un título propio de máster, depende de tus posibilidades y de las metas que quieras alcanzar. Por ejemplo, si tienes pensado hacer unas oposiciones y quieres saber si un Máster cuenta en el baremo de méritos, deberías tener en cuenta que los títulos expedidos por el MECD puntúan más al estar catalogados como posgrado, mientras que la puntuación de los títulos propios es inferior, ya que son considerados como formación continua.

El acceso a las becas y ayudas para estudiantes también es una parte importante en este tema. Los estudiantes de un máster universitario oficial pueden optar a las becas del MECD; por el contrario, la gran mayoría de los títulos propios cuentan con programas internos de ayudas, siempre provenientes de la propia universidad donde se imparten.

En relación con esto último tenemos los precios de la matrícula: en cuanto a los másteres oficiales, estos están sujetos a las tasas por crédito que fijan el MECD y las comunidades autónomas, por lo que pueden variar de un año a otro. Los títulos propios se autofinancian por las propias universidades en las que se imparten, siendo estas las que establecen el precio a pagar, que normalmente suele ser más elevado que el de los másteres.

Esperamos haber despejado tus dudas con este artículo sobre las 5 cosas en las que debes fijarte para saber si un máster es oficial y homologado. ¡Anímate a tomar tu mejor decisión!

Antonio Quintero No hay comentarios

Cómo se asignan las plazas en las oposiciones

Si estás leyendo esto, una de dos: o eres una persona que está interesada en presentarse a las oposiciones de empleo público, o bien ya has aprobado las pruebas y estás esperando saber si te van a dar plaza o no y cómo funciona el proceso de selección de plazas. En cualquiera de los dos casos, estamos aquí para explicarte en este artículo cómo se realiza la asignación de plazas en las oposiciones.

¿Cómo se asignan las plazas de empleo público al aprobar la oposición?

Una vez aprobadas las oposiciones, los aspirantes entran en una fase de concurso (concurso-oposición). En esta fase de concurso, cada aspirante tendrá una puntuación determinada dependiendo de algunos factores como la experiencia laboral, la formación académica u otros méritos, así como de la calificación que hayas obtenido en las pruebas. La puntuación definitiva de cada aspirante, que es la que se tendrá en cuenta a la hora de asignar las plazas, es la suma total de los méritos anteriormente mencionados y la calificación obtenida en las oposiciones. La asignación de plazas en las oposiciones se hará por orden de mayor a menor puntuación mediante un baremo de méritos. Por lo tanto, las personas con mayor puntuación serán las que obtengan antes plaza. Ten en cuenta que el hecho de haber aprobado las oposiciones no significa que vayas a obtener una plaza tan fácilmente. Si tu puntuación no es lo suficientemente alta, podrías quedarte sin tu plaza correspondiente.

La asignación de plazas tras una oposición

El número de plazas que se asignan en las oposiciones depende del tipo de puesto para el que te hayas presentado en las oposiciones, pues puede ser más o menos limitado. Este número también se reduce si contamos con que, de las plazas que se ofertan, una parte se reserva a los aspirantes de promoción interna y a las personas con discapacidad. Por otro lado, las plazas se distribuyen por comunidades autónomas, por lo que solo podrás obtener plaza en la comunidad autónoma en la que te has presentado para tus oposiciones. La convocatoria y la asignación de plazas son diferentes en cada comunidad autónoma, por lo que es aconsejable que consultes la convocatoria correspondiente a la tuya.
Al aprobar las oposiciones, el aspirante se convierte en funcionario. Sin embargo, no todos los puestos de funcionario son iguales. Si obtienes tu plaza después del concurso, pasas a ser un funcionario de carrera, pero si no has tenido suerte y no tienes plaza fija, pasas a ser un funcionario interino.

¿Qué pasa si he aprobado las oposiciones pero no he obtenido plaza?

Si tu puntuación en las oposiciones no era lo suficientemente alta o se han tenido en cuenta otros méritos del baremo y no has obtenido plaza, entras directamente en una lista o bolsa de empleo. En esta bolsa se irán realizando llamamientos por orden de puntuación (en este caso no se puntúa por baremo, sino que solo se tendrá en cuenta tu calificación obtenida en las oposiciones). En otras palabras, es como si entraras en una lista de espera. Eso sí, esta bolsa de empleo, al igual que la asignación de plazas en las oposiciones, también depende de cada comunidad autónoma.


Esperamos que no te hayan quedado dudas respecto al funcionamiento de la asignación de plazas en las oposiciones. Presta atención a las fechas y a la convocatoria de la comunidad autónoma en la que te has presentado por si se diferencia de otras y cruza los dedos para que tengas suerte y te asignen la tan ansiada plaza. Cuando la consigas, comprobarás que habrá merecido la pena el esfuerzo y ya serás funcionario.

Gemma García No hay comentarios

Criterios para seleccionar la bibliografía más adecuada para la oposición

Uno de los fallos de sistema educativo en nuestro país es que no es habitual que los estudiantes se acostumbren a trabajar con material extra. Como consecuencia, hay problemas a la hora de buscar documentación y gestionarla. En la preparación de unas oposiciones, este sí es un aspecto esencial que genera más de un conflicto. Estos criterios para seleccionar la bibliografía más adecuada para la oposición son imprescindibles para cualquier candidato.

Libros para las oposiciones de Auxiliar Administrativo


Insistimos, en las oposiciones el tema de la bibliografía no es que sea optativo, es que en ciertas convocatorias es una exigencia. Tanto, que es uno de los asuntos que entran a valorar los tribunales. Aunque cada examinador tiene sus propios criterios, todos coinciden en dos características básicas, que la selección de la bibliografía en las oposiciones sea personalizada y se cite correctamente. Ambos asuntos los analizamos al detalle.

¿Qué bibliografía puedes incluir en tu oposición?

Ante todo, conviene aclarar que los opositores tienen libertad absoluta para elegir la bibliografía con la que preparan sus exámenes o pruebas. Pero, por norma general está mucho más valorada la que se diferencia de las demás. Eso sí, el criterio no es que se haga un listado al azar de unos libros detrás de otros. Lo interesante es demostrar que te han servido para formarte una opinión, que has sacado de ellos conclusiones de interés. Esto reforzará tu imagen de candidato profesional ante los ojos de los miembros de cualquier tribunal.

Ponte en el lugar de los componentes de un tribunal de oposiciones. No es que nos den pena, no vamos a pasarnos. Pero lo cierto es que se pasan horas leyendo o escuchando a candidatos hablar sobre lo mismo. ¿Te extraña que agradezcan que alguien cite a un autor, un libro, haga una referencia diferente? Es evidente que son estos detalles los que despiertan su curiosidad y atención. Claro que, nada de extravagancias sin sentido. Esas aportaciones de bibliografía deben venir al caso, estar bien encajadas en el tema del que se trate.

Este puede ser un buen punto de partida para acertar con la selección de la bibliografía más adecuada para la oposición. Mirar desde la perspectiva del interés que puede despertar en las personas que van a valorar tu trabajo. Añade dos matices, el de que sirvan para profundizar en el tema y que aporten contenido científico. Huye por tanto de libros que sean las visiones personales de sus autores siempre que no estén acompañadas de un argumentario serio y riguroso.

Consejos para seleccionar la bibliografía para la oposición

Después de esa primera visión genérica de la forma de elegir con acierto la bibliografía de tu oposición, te proponemos unos citriterios prácticos. No es necesario que los apliques todos, pero sí que te sirvan de guía para elaborar una bibliografía adecuada:

  • Incluye libros de temas generales y otros específicos en cada tema.
  • Selecciona autores conocidos, los que aúnan un reconocimiento más unánime en el ámbito académico al que corresponden.
  • Fíjate en las editoriales, que haya libros de las especializadas en ese tipo de contenidos, más que las que se dedican al público en general.
  • Evita la bibliografía antigua. Si escoges publicaciones actuales demuestras que estás al día de los avances.
  • Ten en cuenta el organismo convocante de tu oposición. Si existen autores o libros que citen o tengan relación directa con esas instituciones, siempre que superen unos mínimos cánones de calidad, utiliza alguno en tu bibliografía, pero sin excederte.
  • Cita libros de tu gusto personal y que hayas leído, es una forma de poner de manifiesto tu interés por formarte más allá de los ámbitos educativos tradicionales.

No olvides que todos estos criterios para seleccionar la bibliografía más adecuada para la oposición no te servirán de nada si no los presentas adecuadamente. Hay diferentes manuales que lo explican con claridad.

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¿En qué consiste la normativa básica reguladora de las oposiciones?

A la hora de enfrentarnos a las pruebas de las oposiciones, algunas personas que se preparan han llegado a hacer los exámenes sin haberse leído la normativa que las promulga, lo que ha dado lugar a malentendidos y confusiones. Por eso, nosotros hemos escrito este artículo para sacar de dudas a todas aquellas personas que se encuentran un poco perdidas y no saben en qué consiste la normativa básica reguladora de las oposiciones. ¿Empezamos?

¿Para qué sirve la normativa básica reguladora de la oposición?

La normativa que regula la oposición permitirá al aspirante a oposiciones conocer de primera mano si las modificaciones de las leyes influyen en el temario de su oposición, la estructura y tipología de las pruebas, la forma de acceso, los requisitos que debe reunir el aspirante a oposiciones, los trámites, el proceso de selección, número y asignación de plazas, el tiempo de duración en cada prueba, las convocatorias, los criterios de calificación, el lugar donde se celebrarán las pruebas, los traslados, la documentación a entregar, etc.

¿Dónde puedo buscar la normativa de una oposición?

La primera clave que debes saber para entender la normativa básica de las oposiciones es que puedes encontrar toda la información disponible en el BOE (Boletín Oficial del Estado), que suele estar en un archivo en formato PDF al que se puede acceder a través de Internet.

Toda esta información sobre la normativa básica de las oposiciones está en la página web del Ministerio del Interior accediendo en Servicios del ciudadano > Empleo público > Oposiciones (http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/oposiciones).

Es bastante denso, pero ahí encontrarás todo lo relativo y necesario sobre las pruebas que vas a hacer. Es importante consultarla de vez en cuando, pues las leyes cambian, por lo que puede sufrir modificaciones y actualizaciones nuevas. Es decir, la normativa puede seguir vigente o ser derogada por otra nueva.


¿Cómo superar la prueba psicotécnica de la oposición?

Normativa autonómica aplicable a la oposición

Por otro lado, la normativa básica reguladora está, aparte de a nivel nacional, a nivel autonómico, pues, aunque la finalidad es la misma, cada comunidad autónoma tiene su propia normativa básica y podría presentar algún cambio o diferencia con respecto a la normativa general (por ejemplo, las plazas que se ofertan). Esto te permite saber el funcionamiento de la misma en la comunidad autónoma en la que te vas a presentar y dónde inscribirte en tu oposición, y al igual que la general, te permitirá estar al día de las modificaciones que se hayan realizado últimamente.

¿Cómo se estructura la normativa básica de la oposición?

BOE significa Boletín Oficial del Estado, y como su propio nombre indica, engloba todas las leyes que hayan sido aprobadas por el Estado. En el caso de la normativa en las comunidades autónomas, se pueden encontrar las siglas DO[x] (Diario Oficial) en lugar de BOE. Por otro lado, en el BOE también se mencionan leyes orgánicas o Reales Decretos, que están firmados por el rey. El Decreto se promulga en las Comunidades Autónomas. También se puede encontrar una Orden y un Acuerdo.

Ahora que ya sabes por qué es importante conocer en qué consiste la normativa básica reguladora de las oposiciones, solo te falta estar preparado para las pruebas. Si de verdad tienes intención de presentarte a unas oposiciones de empleo público, primero deberías leerte la normativa para entender cómo funciona el proceso.

Como ya hemos dicho, recomendamos que consultes de vez en cuando la normativa en el BOE, en la página del Ministerio del Interior, para estar al corriente de los cambios y modificaciones que puedan surgir. No dejes que tu esfuerzo por preparar las oposiciones haya sido en vano sin haber leído antes la normativa.

Gemma García No hay comentarios

¿Cómo estudiar para un examen de admisión?

La prueba de acceso a la Universidad suele ser de las que más temores despiertan entre los estudiantes. Da igual que seas de los que tienen una buena media en los cursos que cuentan para la media, o seas de los que van más justitos. Al final, este último escalón puede ser tan decisivo para que puedas elegir los estudios que deseas que, pensar lo que te juegas, hace que las inseguridades afloren. La gran pregunta es, sin duda, ¿cómo estudiar para un examen de admisión? Presta especial atención.

Sin grandes sorpresas, lo cierto es que sí hay fórmulas que pueden resultarte muy eficaces para superar un reto tan específico como el del examen de admisión a una universidad. Ya te adelantamos que sin esfuerzo no vas a conseguir los mejores resultados. Tampoco puedes dejarlo para el último momento, hace falta tiempo para que los objetivos se superen.

Consejos útiles para preparar un examen de admisión

Empieza por mentalizarte, por muy lejos que te parezca que está, la fecha de tu examen de admisión va a acabar llegando. ¡Que no te pille de sorpresa, que esos nervios de última hora nunca vienen bien en el acceso a la Universidad! Tener la tranquilidad de que has ido progresivamente adquiriendo todos los conocimientos es una baza que juega a tu favor.


Seguro que estás pensando que ese es el consejo que más veces has oído, que no te aporta nada nuevo. Es imprescindible empezar por recordártelo, aunque, es verdad, sólo esa idea se queda escasa. Vamos a por otras, la que estás esperando:

1. Verifica los datos

Primera fase, la verificación de los datos. Comprueba la fecha y el temario de la prueba de admisión a la que vas a presentarte. No creas que este paso es tan obvio que te lo puedes saltar. Saber de antemano el tiempo de que dispones para prepararte y la materia que tienes que dominar es imprescindible para tu planificación. Tampoco está de más que te des una vuelta por el lugar dónde se realizarán los exámenes. Cuantos más detalles tengas bajo control, menos riesgos a que el estrés te pase factura en los exámenes tendrás.

2. Cuida tu redacción

No sólo codos y memoria, hay otras habilidades que dominar. Algo que muchos estudiantes olvidan es que, tan importante como tener conocimientos es expresarlos adecuadamente. Una mala redacción, los errores ortográficos y gramaticales, la falta de capacidad de síntesis… son elementos que te acercan o alejan de tu objetivo. Así que, incorpora a tu dinámica de estudio la redacción de los temas. Sería ideal si consigues que te los revise alguien habituado o especializado en estos asuntos.

3. La comprensión lectora, una de tus mejores aliadas

No te emociones si eres capaz de correr mucho y devorar los folios de los temas que estudias. ¿Qué entiendes al final de todo ese caudal de palabras? Espero que tu respuesta sea que una mayoría abismal. Baja el cuentarrevoluciones y pon el foco de atención en entender. En el momento del examen, no deberías formar parte del grupo de estudiantes que no acaban de comprender bien lo que les preguntan y fallan por contestar otra cosa.

4. Revisar y volver a revisar

Ejercítate también en adquirir destreza con alguna técnica de repaso, con la capacidad de detectar los fallos de una primera pasada. Esta facultad te será muy útil para ortografía, pero sobre todo es necesaria para las pruebas de matemáticas y resolución de problemas en general.

5. Refuerza tus puntos débiles

Organiza los temas teniendo en cuenta los que te resultan más fáciles y los que te cuesta más estudiar. Intercálalos para que no quedarte con la sensación de que eres un desastre. Adecúa los tiempos que programas para cada tema contando con este elemento.

Al final, esto de ¿cómo estudiar para un examen de admisión?, vuelve a ser una cuestión de organización, dedicación y motivación. ¡Puedes con ello, no lo dudes!

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Técnicas de relajación para no perder la calma en un examen

Los nervios y el estrés pueden pasar factura en los exámenes, y por lo tanto son uno de los enemigos más temidos para cualquier estudiante. Si un ataque de ansiedad puede echar al traste el asunto más importante para el que nos hayamos preparado, en el caso de un examen es determinante. Por más consejos que se lean, ninguno estamos libres de que nos ocurra. Estas técnicas de relajación para no perder la calma en un examen son la ayuda que necesitamos.

Eso sí, ya te lo advertimos. La cosa no va de que las leas y las dejes en un rincón por si acaso. Sólo conseguirás resultados si las dominas. Y, para eso no hay otro camino que practicarlas. Cuanto más, mejor. O sea, que ya estás utilizándolas en cada situación que notes como tus nervios se alteran un poco. Son unos minutos de nada que pueden ser tu salvavidas.

¿Cómo relajarse en época de exámenes?

Como previa, recordarte que hay dos aspectos que debes cuidar siempre, pero aún más cuando estás en época de estudios: el descanso y la alimentación. Evita los excitantes y las comidas pesadas o difíciles de digerir, mientras aumentas la ingesta de frutas y verduras -tan ricas en vitaminas o minerales que te hacen falta- o preparas alguna de las infusiones que mejorarán tu concentración al estudiar. Respecto al sueño, no te saltes las 8 horas mínimas de descanso imprescindibles para que tu cerebro se recupere.

Sin más, nos centramos ya sí en las mejores técnicas de relajación para controlar los nervios ante un examen. ¿Preparado/a?

1. Confianza y pensamiento positivo

Al final el origen de los nervios es siempre la inseguridad, el miedo a no alcanzar un objetivo. Aprende a confiar en ti. Basta con cerrar los ojos, mantener una respiración profunda y lenta, mientras nos visualizamos haciendo el examen, tranquilos y sin miedos. Imagina que terminas la prueba y disfruta esa sensación de relajación que te proporciona el trabajo bien hecho.


Cómo acceder a la Universidad

2. No dejes nada a la improvisación

La preparación de un examen debe incluir una simulación, lo más real posible, de lo que será ese momento. Puedes ayudarte de una persona de confianza que te haga las preguntas o actúe como examinador. Como estudiante tienes la práctica suficiente para saber cuáles serán tus sensaciones. De lo que se trata es de que trabajes para superarlas, para no permitir que te dominen tus emociones.

3. Práctica y control

Insiste en dominar fórmulas para mejorar tu dominio de la ansiedad. Aunque no te des cuenta, estás en un estado de nervios por encima de lo habitual mientras preparas un examen. Intenta reconocer ese estado nervioso y las reacciones de tu cuerpo ante la ansiedad. Una vez identificadas, cuantifica los distintos niveles de ansiedad, numerándolos mentalmente de 1 a 10. Concéntrate en tu respiración, inhalando y exhalando lo más despacio que puedas, mientras vas imaginando cómo baja la graduación de tus nervios, como si la vieses en un termómetro.

Consejos para evitar los nervios durante un examen

El momento clave del examen, sin precipitaciones. Ya estás sentado frente al papel con las preguntas de tu examen. Tienes tiempo de sobra para realizarlo, así que, antes de coger el bolígrafo, dedica unos minutos a respirar en profundidad, pon en marcha tus pensamientos positivos y date los ánimos finales.

Es el momento de revisar con calma las instrucciones, leer el examen completo y distribuir mentalmente el tiempo que tienes, proporcional a la dificultad y extensión de cada pregunta. ¿Ves todo lo que hay que hacer antes de ponerse a volcar todos tus conocimientos? Sin prisas, ahora sí, empieza a redactar, priorizando los asuntos más complejos y dejando los que más dominas para el final. Según vas avanzando, notarás como tus nervios ceden presión.

Como punto final de estas técnicas de relajación para no perder la calma en un examen, sólo queda que recuerdes que sea cuál sea el resultado, no es el fin del mundo. ¡Siempre habrá otras oportunidades!

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Tips para preparar un examen parcial en la Universidad

Como su nombre indica, los exámenes parciales son aquellos en los que se evalúa sólo una parte de una asignatura, no el conjunto de la materia que constituye todo el curso académico. Pero, eso no significa ni que sea más fácil, ni que sea menos importante. Tienes que pensar que si un profesor divide su temario en distintas pruebas es porque es muy extenso o porque pretende que se estudie con más detalle. Sigue estos consejos para preparar un examen parcial en la Universidad y les perderás el miedo.

Es importante que nos detengamos a pensar por qué hay exámenes parciales, porque la respuesta afecta a la forma en la que debemos prepararlos. Además de la buena intención del profesor que quiera evitarnos el impacto de enfrentarnos a un temario abrumador, el sentido de un parcial en la universidad es que dominemos profundamente la materia. No es, por tanto, el momento de conformarnos con las líneas generales y los cuatro datos básicos, si no de profundizar, como vamos a explicarte.

Consejos para estudiar un examen parcial

Un examen parcial de la universidad no se prepara en cuatro días. Si lo haces así, tienes el fracaso asegurado. Estás en un nivel académico en el que la excelencia es el elemento diferenciador. Si vas con mentalidad de pasar el trago lo antes posible, a lo mejor debes plantearte si la universidad es tu destino.


Como estamos seguros de que no es tu caso y que, pese al esfuerzo, tu espíritu universitario es el de absorber el máximo de conocimientos, sigue estos consejos para optimizar la preparación de tus parciales:

1. Un parcial se empieza a preparar desde el primer día de clase

Toma apuntes, sé proactivo, no te quedes con dudas. La asistencia al aula es esencial. Ese mito de que se puede sacar adelante una carrera universitaria con los apuntes de los compañeros es un bulo muy dañino. Es verdad que así puedes cubrir expediente y aprobar justito, pero no vas a encontrar el estímulo especial de darle un enfoque personal a tus estudios.

2. Estar y… estudiar

A ver, tampoco puedes limitarte a asistir a clase con los cinco sentidos puestos en lo que allí se dice. Esa es una pata esencial del éxito en tus parciales universitarios, pero no la única. Cada día, después de las clases hay que organizar los apuntes, ampliar información, preparar nuestras fichas y resúmenes. En resumen, añadir la parte de esfuerzo personal, llevando la materia lo más al día que puedas.

3. Tiempo de lectura

Seguro que en la programación que os facilita el titular de la asignatura se incluyen propuestas de autores y libros que se recomiendan o que son de obligada lectura para los alumnos. No veas esta bibliografía como un castigo añadido, son un regalo del profesor para ayudaros a asimilar mejor la materia. Disfrútalos en tu tiempo de ocio, no los incorpores a la jornada de estudio, acércate a ellos con otra perspectiva.

4. Adaptación

El profesor os dará pistas o directamente os explicará qué tipo de examen parcial va a hacer. Es importante que tengas en cuenta este formato a la hora de prepararlo. Eso sí, no vayas a preguntarle sobre la estructura del parcial justo el día antes de la prueba, ni tampoco la semana previa o dejarás claro que eres de los estudiantes que lo dejen todo para el último momento.

Si has trabajado siguiendo estas pautas, los días justamente anteriores al examen deberías estar concentrado en descansar y repasar, sin agobios. Los tips para preparar un examen parcial en la Universidad se basan en la constancia y organización como claves de tu éxito.

Gemma García No hay comentarios

¿En qué consisten las pruebas de la oposición a Justicia?

Con la aprobación de los últimos presupuestos, parece que se mantiene o mejora la tendencia de inversión en Empleo Público. En ámbitos como el de la Administración de Justicia es más que necesario que se aumente la dotación de personal en todos los escalafones profesionales. Y estamos en un buen momento, con un incremento de plazas ofertadas mayor del 20%. Con semejantes datos, es normal que muchas personas se planteen presentarse a unas oposiciones de Justicia. ¿Pero en qué consisten las pruebas de las oposiciones a Justicia exactamente?

El tema es complejo porque las exigencias están en función del grupo laboral al que se opte. Por eso, analizamos por separado las tres convocatorias: Gestión Procesal y Administrativa, Tramitación Procesal de Justicia y Auxilio Judicial. ¿Preparado/a para estudiar la oposición de Justicia? Entonces presta especial atención.


Pruebas de la oposición de Auxilio Judicial

Pruebas de la oposición de Gestión Procesal y Administrativa

¿Sabes qué tipo de trabajo desarrollarías si consigues una plaza de Gestión Procesal y Administrativa? Pues entre tus funciones estaría la tramitación de los procedimientos, la elaboración de notas (referencia, resumen de autos, examen de trámite) o practicar, firmar y certificar las comparecencias de las partes. Desde luego, un trabajo interesante al que tienen acceso quienes estén en posesión de un título de Grado, Diplomatura o equivalente.

Claro, que antes habrá de aprobar unas oposiciones que constan de tres pruebas:

  • Test de 104 preguntas. Se dispone de 90 minutos para su resolución y se requieren 50 puntos para pasarlo. Se califica con 1 punto cada acierto y una penalización de 0,25 cada error. Las no contestadas no puntúan.
  • Caso práctico. El caso práctico de esta oposición consiste en un cuestionario de 22 preguntas tipo test sobre un caso práctico dado. Se dispone de 45 minutos para obtener una calificación mínima de 20 puntos. Los aciertos suman 2 puntos, los fallos restan 0,5 y las respuestas en blanco penalizan 0,25.
  • Redacción de un texto. Se elaborarán dos temas por escrito, que se eligen de los tres que seleccione el Tribunal de la oposición al azar. Se dispone de 4 horas y se puntúa de 0 a 100, dejando en 50 puntos el corte del aprobado.

¿Es posible aprobar las oposiciones sin academia o preparador?

Pruebas de la oposición de Tramitación Procesal de Justicia

Es el grupo inmediatamente inferior al de Gestión, antes visto. Por tanto, se pueden presentar quienes tienen el título de Bachillerato o equivalente. Sus funciones se refieren a la tramitación general de asuntos, ocupándose de actas, diligencias o notificaciones, y del registro y clasificación de la correspondencia o la formación de autos y expedientes. Estas oposiciones se dividen en dos partes:

  • Primer ejercicio, a su vez compuesto de dos pruebas: un test de oposición (104 preguntas y 75 minutos para sacar 50 puntos), un caso práctico (22 preguntas, en 45 minutos). Los baremos de puntuación de ambas pruebas son los mismos en cualquiera de los tres tipos de convocatorias de Justicia que estamos viendo.
  • Segundo ejercicio: prueba de mecanografía. Consiste en la redacción de un texto en Microsoft Word, en la que se valora la velocidad, el formato y los errores u omisiones. Su duración es de 15 minutos y se tienen que obtener 30 puntos mínimo.

Cosas que hacer el día de antes del examen de la oposición

Pruebas de la oposición de Auxilio Judicial

Plazas de funcionario del grupo C2, para las que sólo se necesita tener acabada la ESO o equivalente. Unas de las más solicitadas, se ocupan de la comunicación y ejecución de los actos judiciales, además de archivar documentos.

Los candidatos a Auxilio Judicial tienen que superar un único examen, que se divide en dos partes:

  1. Test de 104 preguntas, para las que se disponen de 75 minutos y se han de conseguir 50 puntos.
  2. Test sobre un supuesto práctico, con 52 cuestiones sobre dos casos prácticos a contestar en 60 minutos.

Estamos seguros, ahora que sabes ¿en qué consisten las pruebas de las oposiciones a Justicia?, vas a encontrar una que te encaje. Aprovecha que es un sector que está inmerso en una profunda modernización y con gran proyección de futuro.

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Esto es lo que debes hacer para que el estrés no te pase factura en los exámenes

Nada puede arruinarte un examen más fácilmente que los temidos nervios. Da igual que hayas preparado minuciosamente el temario, que hayas sido constante y racional, que no hayas dejado nada al azar… el estrés previo a los exámenes o incluso un ataque de nervios en el último momento puede mandar todo tu esfuerzo al traste. Por eso, se hacen imprescindibles estos consejos para que el estrés no te pase factura en los exámenes. ¡No te los pierdas!

Cómo combatir el estrés en los exámenes

Cómo superar el estrés y la ansiedad de los exámenes

Bueno, lo cierto es que para combatir este bloqueo mental que impide que recuperes los conocimientos que tienes almacenados en tu memoria, resulta clave el modo en el que los has adquirido. Según una investigación realizada, cómo no en EEUU, que el estrés impida a un estudiante plasmar los conocimientos sobre los que ha estudiado depende, en gran medida, de su dinámica de trabajo. Si usó lápiz y papel es mucho menos probable que se quede con la mente en blanco que si su técnica se basaba en leer y releer la materia. ¡Ya tienes un primer consejo!

Estudia un contenido concreto, deja de pensar en él un tiempo. Después, fuérzate a recordarlo y plasma todo lo que te venga a la cabeza en un papel en blanco.

Esa primera recomendación la defiende la psicóloga Amy Smith, la precursora del estudio antes citado que se publicó en la prestigiosa revista 'Science'. Ella hace mucho hincapié la importancia que tiene la escritura en el proceso de refuerzo de la memoria. Y se apoya en los datos obtenidos de los 120 estudiantes que participaron en su investigación.


Se les dividió en dos grupos, todos expuestos a una secuencia de 30 palabras y 30 imágenes durante el mismo tiempo. Aunque el desarrollo de la prueba es más complejo, podemos resumir que 60 usaron la técnica de retrieval practice, con escritura, y los otros 60 la relectura para fijar esos ítems. Luego les sometieron a una misma situación de estrés y se comprobó que la memoria del primer grupo no se vio afectada, al contrario de lo que sucedió con los que estudiaron releyendo.

Trucos para combatir el estrés de los exámenes

Tan contundentes resultados hacen que los consejos que se desprenden de este estudio estén todos en relación directa con las técnicas de estudio, más que con las consabidas recomendaciones que inciden en la relajación como fórmula para evitar el estrés en los exámenes. Y en esa primera línea de revisión, te proponemos que:

  • Te esfuerces por crear conexiones más robustas en tu cerebro, de forma que garantices el acceso vía neuronal a la información almacenada en tu memoria. Esto que parece tan científico y complicado, se consigue… escribiendo. La explicación a este punto es interesante: los estudiantes/escritores no se vieron afectados por el efecto del cortisol, hormona relacionada con el estrés. Su recuperación de los datos almacenados se hizo por otra línea neuronal distinta al hipocampo.
  • No bases tu aprendizaje sólo en las estrategias de memorización. Este es otro clásico, pero reivindicado por las nuevas escuelas de Pedagogía. Los conocimientos que se adquieren por la memoria se pierden si no se utilizan. El aprendizaje conceptual, basado en la comprensión y transformación de la información es mucho más permanente. Estás creando tus propios conocimientos y se mantendrán en tu memoria a largo plazo.

No te obsesiones con el estrés. Para las responsables del estudio del que estamos hablando es necesario cuestionar esa influencia tan determinante del estrés en los resultados de un examen. Algo tan sencillo como utilizar estrategias de estudio efectivas es el mejor de los 3 consejos para que el estrés no te pase factura en los exámenes.