Pese a que suele ser considerado como una patología, el estrés es una reacción fisiológica, natural, del organismo ante condiciones externas que perturban su equilibrio y normalidad. El problema con esta reacción es que cuando ocurre de manera frecuente es dañina para la salud.
El estrés es una reacción del organismo para enfrentar situaciones amenazantes. Dicha reacción consiste en un deseo de huir del suceso que nos está afectando. Para ello, el organismo propicia un funcionamiento anómalo en casi todos los órganos.
Ante una situación estresante, el cerebro activa la secreción de hormonas. Esto produce que se aceleren los latidos del corazón, que se incremente la presión arterial, que aumente el nivel de insulina, etc. Todos estos cambios buscan que el cuerpo se defienda de la situación de peligro.
Estos cambios no son dañinos para el organismo. Sin embargo, si se vuelven recurrentes, sí son nocivos para la salud. Los cambios desencadenarán una fatiga constante. Además, debido a que los cambios se realizan en casi todos los órganos del cuerpo, pueden surgir diversas enfermedades.