La prueba de acceso a la Universidad suele ser de las que más temores despiertan entre los estudiantes. Da igual que seas de los que tienen una buena media en los cursos que cuentan para la media, o seas de los que van más justitos. Al final, este último escalón puede ser tan decisivo para que puedas elegir los estudios que deseas que, pensar lo que te juegas, hace que las inseguridades afloren. La gran pregunta es, sin duda, ¿cómo estudiar para un examen de admisión? Presta especial atención.
Sin grandes sorpresas, lo cierto es que sí hay fórmulas que pueden resultarte muy eficaces para superar un reto tan específico como el del examen de admisión a una universidad. Ya te adelantamos que sin esfuerzo no vas a conseguir los mejores resultados. Tampoco puedes dejarlo para el último momento, hace falta tiempo para que los objetivos se superen.
Consejos útiles para preparar un examen de admisión
Empieza por mentalizarte, por muy lejos que te parezca que está, la fecha de tu examen de admisión va a acabar llegando. ¡Que no te pille de sorpresa, que esos nervios de última hora nunca vienen bien en el acceso a la Universidad! Tener la tranquilidad de que has ido progresivamente adquiriendo todos los conocimientos es una baza que juega a tu favor.
Seguro que estás pensando que ese es el consejo que más veces has oído, que no te aporta nada nuevo. Es imprescindible empezar por recordártelo, aunque, es verdad, sólo esa idea se queda escasa. Vamos a por otras, la que estás esperando:
1. Verifica los datos
Primera fase, la verificación de los datos. Comprueba la fecha y el temario de la prueba de admisión a la que vas a presentarte. No creas que este paso es tan obvio que te lo puedes saltar. Saber de antemano el tiempo de que dispones para prepararte y la materia que tienes que dominar es imprescindible para tu planificación. Tampoco está de más que te des una vuelta por el lugar dónde se realizarán los exámenes. Cuantos más detalles tengas bajo control, menos riesgos a que el estrés te pase factura en los exámenes tendrás.
2. Cuida tu redacción
No sólo codos y memoria, hay otras habilidades que dominar. Algo que muchos estudiantes olvidan es que, tan importante como tener conocimientos es expresarlos adecuadamente. Una mala redacción, los errores ortográficos y gramaticales, la falta de capacidad de síntesis… son elementos que te acercan o alejan de tu objetivo. Así que, incorpora a tu dinámica de estudio la redacción de los temas. Sería ideal si consigues que te los revise alguien habituado o especializado en estos asuntos.
3. La comprensión lectora, una de tus mejores aliadas
No te emociones si eres capaz de correr mucho y devorar los folios de los temas que estudias. ¿Qué entiendes al final de todo ese caudal de palabras? Espero que tu respuesta sea que una mayoría abismal. Baja el cuentarrevoluciones y pon el foco de atención en entender. En el momento del examen, no deberías formar parte del grupo de estudiantes que no acaban de comprender bien lo que les preguntan y fallan por contestar otra cosa.
4. Revisar y volver a revisar
Ejercítate también en adquirir destreza con alguna técnica de repaso, con la capacidad de detectar los fallos de una primera pasada. Esta facultad te será muy útil para ortografía, pero sobre todo es necesaria para las pruebas de matemáticas y resolución de problemas en general.
5. Refuerza tus puntos débiles
Organiza los temas teniendo en cuenta los que te resultan más fáciles y los que te cuesta más estudiar. Intercálalos para que no quedarte con la sensación de que eres un desastre. Adecúa los tiempos que programas para cada tema contando con este elemento.
Al final, esto de ¿cómo estudiar para un examen de admisión?, vuelve a ser una cuestión de organización, dedicación y motivación. ¡Puedes con ello, no lo dudes!