4 errores que no debes cometer en la recta final de tu oposición

No es ningún secreto que las oposiciones son procesos duros y estresantes. Preparar una supone un desgaste mental importante. Puesto que la duración de estas son periodos largos en los que hay que absorber una gran cantidad de información. Por norma general, llevar un programa de estudios riguroso y planificar bien los tiempos de estudio son la clave para poder sacarlas adelante.

Sin embargo, hay ciertos errores que la gente no puede evitar repetir. Por ello, ahora vamos a repasar cuáles son los errores que debes evita cometer antes de una oposición. ¡Toma nota!

Enfermedad del opositor

1. Automedicarte

Como ya hemos dicho, estudiar para una oposición supone un gran desgaste mental. Al final, el estrés puede llegar a sobrepasar a los estudiantes. Por esta razón, optan por tomar algún tipo de medicamento para que les ayude a controlar los nervios. La realidad es que tomar estos medicamentos antes del examen no es muy recomendable. De hecho, algunas medicinas pueden acarrear efectos secundarios imprevistos que no desearías encontrarte justo antes del examinarte.


Sabiendo esto, antes de ir directo al botiquín, se recomienda que te tomes un momento para tranquilizarte y pensar. Es común tener nervios en un examen tan importante como este. Pero si has llevado bien el estudio, debes poder entender que tus miedos son en gran parte infundados.

Salir a dar un paseo para despejarte o hacer alguna actividad de ocio durante un par de horas puede resultar mucho más terapéutico que cualquier medicamento. Consulta este listado de cosas que puedes hacer el día de antes de un examen de oposición.

2. Estudiar hasta el último segundo

En la entrada de una sala de examen suele recrearse una escena con la que seguro ya estamos todos familiarizados: gente sentada en el suelo, con los apuntes abiertos sobre el regazo y pasando las páginas de forma frenética. Y es que la tentación de mirar los apuntes hasta el último momento es fuerte, ya que existe esa preocupación constante de habernos olvidado algo.

No obstante, esto no es precisamente recomendable, pues en muchas ocasiones nos hace aumentar nuestro nerviosismo. En vez de eso, procura que tu actitud antes de entrar al examen sea relajada. Asimismo:

Concéntrate mejor en este pensamiento: has estudiado, conoces bien el temario, y lo que no te hayas aprendido ya definitivamente no te lo vas a aprender ahora.

3. No dedicar tiempo suficiente a repasar

Por otro lado, permitirte a ti mismo un tiempo de repaso también es una parte importante de una oposición. Idealmente, una vez hayas acabado de estudiar, debería darte tiempo a volver a repasar el temario al completo. Asegúrate de tener tiempo para poder repasar tranquilamente cada uno de los temas, de forma que lo tendrás todo fresco antes de la oposición.

4. Intentar hacer cálculos de probabilidad

Seguro que muchos aún recordamos esta fase de estudio en la selectividad: abres el índice del temario de filosofía y repasas los autores. A continuación, discutes con tus compañeros cuáles tienen más probabilidad de caer este año y cuáles puedes permitirte no mirar.

Desgraciadamente, esto no es algo que te puedas permitir hacer en una oposición. Aquí, las probabilidades de que entre un tema en concreto tiene la misma probabilidad que cualquier otro. Dicho esto, la solución termina siendo la misma que en los anteriores. Debes procurar planificar tu calendario de estudio de forma que tengas tiempo, no solo para tocar cada tema, sino también para repasar todos estos.

En resumen, a lo largo de los años, hay personas que no pueden evitar caer en los mismos errores a la hora de preparar oposiciones. Tomar medicinas para los nervios, estudiar hasta el último momento, no repasar bien o intentar jugar al azar son algunas prácticas que pueden acabar jugando una mala pasada. Al final, lo más importante para no repetirlos es planificar bien tu plan de estudio, y centrarse en estar relajados.