El sistema educativo español no ayuda precisamente a los opositores a enfrentarse a determinado tipo de pruebas. Nos referimos básicamente a los exámenes orales, uno de los tipos de exámenes que puedes hacer en una oposición y que son considerados para muchos aspirantes como el gran “ogro” de las convocatorias. Cobran, pues, todo el sentido estos consejos para leer el examen ante el Tribunal de la oposición. ¡Sigue leyendo!
¡Afróntalo con espíritu positivo! No tienes que volver a pasar por el tedioso trabajo de estar horas redactando un tema. Ahora es el momento de tu gran actuación, la lectura literal ante el Tribunal de tu examen escrito. Te toca desplegar tus armas para mantener el interés de los examinadores y transmitir toda la calidad de tu trabajo.
No minimices la importancia de esta prueba. Un fallo de comunicación puede dar al traste con un excelente contenido y viceversa, un texto con carencias puede salvarse con una lectura clara y dotada de personalidad. Te damos algunas claves para superar este trance con nota.
Tips para una lectura perfecta en la oposición
Pese a lo dicho antes, la redacción del tema en la oposición no puede dejarse a un lado cuando se está hablando de cómo mejorar la lectura de nuestro examen. Por eso no debe sorprender que se incluya algún punto relativo a ese asunto entre estas recomendaciones para leer con garantías de éxito ante un tribunal opositor, como vemos a continuación:
- Estructura con coherencia el tema y redacta con una caligrafía legible. Recuerda que lo que vas a hacer no es una exposición oral libre basada en el texto que has desarrollado. Esta prueba es una lectura literal de lo escrito. Qué esté bien organizado es clave para que el Tribunal no se pierda al escucharte y la buena letra evitará que te trabes o confundas al leer.
- Cuida tu imagen. Vas a ser el foco de todas las miradas durante unos minutos. Si no sabes cómo ir vestido a un examen de oposición, debes saber que es importante transmitir una imagen limpia y cuidada, sin detalles extravagantes que puedan desviar la atención de los miembros del Tribunal. Igual de importante es que no te sientas disfrazado, tienes que estar cómodo porque esto influye en tu seguridad.
- La importancia del lenguaje gestual. Entra en la sala con decisión pero sin arrogancia. No escondas la mirada, ni seas desafiante. Adopta una buena postura al sentarte, con la espalda recta. Lo ideal es que consigas dar una exposición oral sin nervios, pero si no lo consigues, al menos evita transmitir que lo estás.
- Espera a que te den la señal de salida. No empieces a leer hasta que te lo indiquen los examinadores, entre otras cosas porque podría ser que alguno no esté preparado y no te escuche desde el primer momento.
- Es una lectura literal, sin espacio para la improvisación o la creatividad. Vale, tus primeras palabras deben ser un saludo educado hacia el Tribunal, tipo “Buenos días, paso a dar lectura al tema”... y ya está. A partir de esta fórmula convencional, todo lo que tienes que hacer es leer textualmente el escrito. Los examinadores te llamarán la atención si no lo sigues, ya que el secretario te va siguiendo con una copia.
- Utiliza una voz natural, no impostada. Debes transmitir seguridad, convencer de que dominas el tema. Haz pausas y enfatiza los puntos que quieras destacar. Lleva un ritmo pausado pero que no aburra. La entonación y la vocalización son tu mejor herramienta para contagiar tu entusiasmo y mantener el interés de los oyentes. La cadencia debe variar durante la lectura pero siempre hay que empezar y acabar la lectura con fuerza.
No se nos ocurre mejor forma de finalizar estos consejos para leer el examen ante el Tribunal de la oposición que insistir en la importancia de mantener la tranquilidad. No hay prisa, no vayas a acelerarte y provocar situaciones embarazosas como que se te caigan los papeles o te trabes. ¡Y nada de poses estudiadas, lo que puntúa es ser tu mismo!