La programación didáctica, con la correspondiente defensa de la unidad didáctica, es uno de los documentos que más interés suscita en el tribunal de la oposición. Por ello, si te presentas a cualquiera de las modalidades de empleo público de las oposiciones de Educación, deberías empezar a pensar en la importancia que tienen los anexos de la programación didáctica y qué material puedes incluir.
Antes de entrar en el contenido que debes incluir en esos anexos de tu programación didáctica, una primera recomendación respecto al formato. Es esencial que te ajustes a las normas de estilo que se indiquen en la convocatoria (extensión, interlineado o tipografía, entre otros). No desaproveches la oportunidad y presenta anexos de calidad.
Consejos para los anexos de tu programación didáctica
Para que tengas un buen enfoque de qué son los anexos de la programación didáctica y puedas sacarles el máximo partido, debes visualizarlos como un elemento que te permite mostrar lo que realmente eres capaz de hacer en el aula, tus recursos didácticos, las herramientas con las que estimulas a los alumnos… ¡todo lo que te hace ser un profesor único!
Unos consejos generales que van a enriquecer y mejorar tus anexos:
1. Mide la cantidad
No se van a valorar al peso, así que ajusta la selección a los que realmente aporten valor añadido a tu trabajo. Los miembros del Tribunal de tu oposición tienen que leer muchas programaciones, no les va a hacer gracia perder tiempo en material “de relleno”.
2. Anexos organizados con sentido
No se trata de desplegar los anexos de forma incoherente. Busca encajarlos cuando más sentido tenga su presencia. Tu mira debe estar puesta en la exposición oral. Con ello queremos decir que los anexos deben servirte de refuerzo y apoyo para la defensa que harás de tu programación ante el Tribunal. Pero es una relación bidireccional, porque también debes usar la exposición para despertar el interés de los examinadores y que tengan curiosidad por ver tus anexos.
4. No te olvides de enumerarlos y paginarlos
Enumera los anexos (siempre con números romanos) e inclúyelos en el Índice para que sean fácilmente localizables. Salvo que las normas te obliguen a hacerlo de una forma concreta, lo más recomendable es que vayan todos juntos al final de la programación, continuando la paginación de forma correlativa y encuadernando todo de forma conjunta (no los anexos a parte).
Ejemplos de anexos para programación didáctica
Entre las aportaciones que encajan perfectamente con el objeto de estos anexos están:
- Fotografías sobre material de apoyo que hayamos creado nosotros.
- Trabajos elaborados por los alumnos.
- Fotos de nuestros alumnos un taller o experimento de clase.
- Muestras de adaptaciones de material que usemos para alumnos con necesidades específicas.
¿Qué evitar en los anexos de una programación didáctica?
Tanto valor tiene para evaluarnos lo que ponemos en nuestro trabajo como lo que no ponemos. Si llenamos nuestra programación de información innecesaria, damos la imagen de no ser capaces de separar la “paja del grano”. Mira estos claros ejemplos de lo que nunca debes poner en los anexos de tu programación:
- Teoría pura y dura. Durante la oposición hay pruebas específicas para que demuestres tus conocimientos teóricos, pero ahora de lo que se trata es de valorar tus aptitudes para la práctica.
- Normativa impresa, su único valor es engordar tu documentación, sin aportar nada interesante.
- Propuestas copiadas de otra parte. Un comentario de texto que resulta muy útil en una unidad de Literatura, no tiene valor trasladado a una unidad de Matemáticas.
Al final, tú tienes tu propia respuesta a ¿qué puedes incluir en los anexos de tu programación didáctica?, pues eres quien conoce su trabajo y la forma en la que quieres mostrar tus capacidades.