El estrés es una enfermedad común que suele producirse a raíz de las exigencias del ritmo de vida al que estamos acostumbrados. El exceso de estudio o trabajo puede generar estrés, sin embargo, antes de pensar en una solución, es necesario reconocer qué tipo de estrés es el que debemos enfrentar.
Por lo general, se reconocen tres tipos distintos de estrés. El más común es el estrés agudo, aquel que surge de las exigencias y las presiones de nuestro ritmo de vida. Este estrés no es capaz de causar daños para la salud, ya que las personas suelen reconocerlo rápidamente e incluso son capaces de lidiar con él.
Pero en ocasiones esta clase de estrés puede afectar a una persona de manera frecuente. Este tipo de estrés es el estrés agudo episódico y sí puede ser dañino para la salud. Por ello, es recomendable recurrir a ayuda profesional para tratar este mal.
Del mismo modo, algunas personas sufren un tipo de estrés agotador, que las desgasta día a día. Este tipo de estrés se denomina estrés crónico y hace que las personas se acostumbren a una situación negativa y perjudicial, de la que no parece haber escapatoria.