Nadie mejor que un candidato a funcionario para saber lo determinante que es el factor tiempo en la preparación de sus oposiciones. Aprender a gestionarlo depende de nosotros, aunque hay herramientas que ayudan y mucho. Por ejemplo, te puedes estar preguntando por qué deberías usar un temporizador para estudiar. Pues, aquí encontrarás algunos argumentos a favor.
Si lo piensas bien ya vivimos a ritmo de temporizador. Te levantas con una alarma que has dejado programada, tienes varios recordatorios de actividades que suenan para avisarte, hasta usas uno para apagar a tiempo la comida. ¿Por qué un sistema que ya te funciona no deberías aplicarlo a algo tan importante como la preparación de tus oposiciones?
¿En qué te beneficia un temporizador para estudiar?
Bueno, ya lo hemos explicado brevemente. Un temporizador sirve para que controles el tiempo de inicio y finalización de una actividad. En el caso de los estudios, es muy habitual que te metas tanto en materia que el tiempo pase sin que te des cuenta. Y es esencial que cumplas con la organización que tú mismo te has impuesto.
Resumiendo, que la función indiscutible de un temporizador es facilitarte el control y la gestión del tiempo de estudio. Sí que es interesante que seas consciente de los temas concretos en los que cumplir con tu propia planificación es irrenunciable, que es lo que vemos a continuación. A priori, no es que vaya a ayudarte a estudiar más rápido, pero sí de manera más ordenada y productiva.
El temporizador, una buena herramienta para organizar el estudio
Todos los expertos y antiguos compañeros que han pasado por tu misma situación insisten en lo esencial de organizarse bien. Y no de cabeza, sino dejarlo por escrito. Ese horario/calendario o planning semanal de estudio que debes tener a la vista en el lugar en el que te sientas a estudiar. Pero, ¿de qué te sirve si después de hacerlo, no vuelves a mirarlo?
Ahí entran en juego los temporizadores. Esa es un función genérica, la de hacerte ser consciente de que el tiempo de esa actividad en la que andas enfrascado a pasado y tienes que pasar a la siguiente. Bajando a lo concreto, destacamos tres situaciones en las que el temporizador es tu mejor aliado:
- Evitar los despistes o, al menos, restringirlos lo más posible. Estudiar no consiste solamente en hincar los codos. Hay momentos de investigación, de búsqueda o confirmación de datos… Vamos, la excusa perfecta para meternos en Internet y someternos a las distracciones más comunes a la hora de estudiar. Y, como una cosa lleva a la otra, te puedes pasar navegando toda la mañana. Activar el temporizador para limitar el tiempo que dedicas a esta tarea no va a hacer, por sí solo, que pares. Eso es cosa de tu voluntad. Pero, desde luego no podrás justificar que no te diste cuenta.
- Descansa, en la proporción y momentos que es necesario. Si quieres optimizar tu tiempo de estudio, sabes que tienes que hacer paradas cada cierto tiempo. Calentar la silla durante horas no ayuda a que tu cerebro asimile la materia. Al revés, llega un momento en que, si no le das descanso a la hora de preparar la oposición, se lo toma por su cuenta y desconecta. Nada mejor que un temporizador para avisarte de que es hora de hacer una pausa.
- No te gusta, pero es imprescindible que le dediques un tiempo. Es inevitable, cuando estás estudiando, por mucho que sea la vocación de tu vida, hay determinados temas que se te atragantan. Lo que hacemos la mayoría es ir relegando un día tras otro eso que no nos apetece estudiar. Un tremendo error que podemos pagar muy caro el día del examen. El temporizador es un refuerzo, sirve de estímulo porque puedes programar unos pocos minutos y que así te parezca más llevadero.
¿Aún no tienes claro por qué deberías usar un temporizador para estudiar? Bueno, como se trata de un instrumento que seguro llevas encima o puedes comprar por muy poco dinero ¡pruébalo! Esa es la forma más contundente de que te convenzas de su utilidad.