Cómo combatir las 6 distracciones más habituales al estudiar

Tic, tac, tic, tac… El sonido del reloj es la música que acompaña al opositor durante todo el proceso de preparación de sus exámenes. Si quieres que deje de ser tu enemigo y convertirlo en tu aliado, toma buena nota de estos consejos sobre cómo combatir las 6 distracciones más habituales al estudiar.


Primero, claro, es necesario identificar cuáles son las principales de esas distracciones para, después, poder poner medidas que las controlen. Porque en cada caso, habrá que actuar de una forma distinta. Descubre cuáles son las que más te afectan a ti… y ¡a por ellas!

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Las distracciones más comunes durante el estudio

A veces el despiste o la pérdida de concentración viene determinado por alguna circunstancia exterior. Otras el origen está en nosotros mismos. En cualquier caso, parece haber consenso en que estas son las distracciones que afectan al mayor porcentaje de opositores:

1. Procrastinación

¡Hala con la palabreja!, aunque es de las que está de moda en estos tiempos. Se puede traducir como ese “ya lo hago luego” de toda la vida. El problema de aplicar esto al estudio es que el retraso sólo hace que aumente nuestra ansiedad.

2. La inseguridad

No estar seguros de nuestras fuerzas y posibilidades hace que nos bloqueemos y no podamos seguir avanzando.

3. La falta de autoridad

Saber decir un no a tiempo es una virtud en cualquier momento de la vida, pero si cabe más en tiempo de oposiciones. Nuestra pareja seguro que tiene la mejor de las intenciones cuando nos propone salir a cenar, pero tenemos que ser capaces de agradecerlo mientras rechazamos la invitación o la posponemos a un mejor momento.

4. El picoteo

La ansiedad y el gasto de energía que hacemos al estudiar nos induce a levantarnos para visitar la cocina más de una vez durante nuestra jornada de trabajo.

5. El móvil

Y cualquier tipo de pantalla o dispositivo tecnológico. Este es el grupo donde se concentran nuestros grandes enemigos a la hora de distraernos. Tan acostumbrados estamos a vivir conectados que no nos damos cuenta del tiempo que nos roban el whatsapp, twitter o cualquier otra red social. Aquí entra también la televisión e Internet en general.

6. Amigos y familia

¿Cómo criticar a esa madre que entra con una taza de café a animarnos o ese amigo que te llama para interesarse por nosotros? No es la primera vez que resaltamos lo importante que es la complicidad con el entorno cercano y esta es buena prueba de ello.

Cómo combatir las distracciones al estudiar y rendir más

Se trata, para empezar, de tener claro que lo esencial es sacarle el máximo partido a nuestras jornadas de estudio. La productividad, que nos diría nuestro jefe. Para conseguirlo, ya hemos comentado que es imprescindible saber por dónde se nos escapan las fugas de atención, así que investiga durante unos días, detecta y anota cuáles han sido tus interrupciones y las causas. Entonces es el momento de poner en marcha medidas como:

  • Dejar el móvil silenciado o, aún mejor, bien alejado de tu mesa de estudio. ¡La tentación cuanto más lejos, mejor!
  • Revisa tu planificación de horarios de estudio y haz los cambios que sean necesarios para ajustarte a ella. Pauta bien los descansos en tu estudio, incluso relaciona cada uno con una actividad para cubrir todas las tentaciones (pausa para almorzar, pausa para revisar las llamadas, descanso para tomar un café con alguien…)
  • Comparte esa planificación con tu entorno. Puedes hasta colgar tu programación en el frigorífico. Se trata de que todos sean consciente de la horas en las que no estás disponible salvo para urgencias. También puedes hacer un divertido colgante de puerta de esos que se ponen en los hoteles “Don’t Disturb”

Y como resumen final, la clave para combatir las distracciones más habituales al estudiar es conocernos, sin autoengaños, para enfrentarnos a nuestras propias limitaciones.