Leer en voz alta o en silencio: ¿cuál es la mejor forma de estudiar?

Existen muchas técnicas para retener la información al estudiar. Una de ellas consiste en leer en voz alta los apuntes, pero no todos los estudiantes son partidarios de hacerlo. De hecho, hay quien prefiere estudiar en silencio y memorizar el temario sin repetir en voz alta lo aprendido.

Llegados a este punto, es posible que hayas debatido esta decisión contigo mismo en alguna ocasión. Te pasas horas y horas delante de los manuales y la memoria es tu herramienta fundamental para que tu planning de estudio funcione. Por ello, vamos a desarrollar en este artículo cuál es la forma más eficaz de estudiar, si leyendo en voz alta o en silencio. Aunque cada estudiante le dé un cierto grado de importancia a una de estas fórmulas, vamos a tratar de explicar qué aporta y resta cada una. ¡Sigue leyendo!

Estudiar en silencio: una forma de potenciar la memoria visual

Un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Waterloo (Ontario, Canadá) titulado "Los beneficios de escucharse a uno mismo" y publicado en la revista Memory en 2017 comprobó que el método más efectivo para recodar lo estudiado es leer en voz alta. Sin embargo, hay opositores que prefieren estudiar en silencio porque consideran que a largo plazo no es productivo repetir en voz alta cada una de las frases que leen y, con ello, piensan que pierden mucho tiempo en aprender cada uno de los conceptos.


Asimismo, los expertos aconsejan realizar una primera lectura del temario cuando estudiamos en silencio. Después, es importante subrayar los apuntes con colores para favorecer la memoria visual (es decir, ser capaces más adelante de acordarnos de la localización de una información determinada y de rescatarla de la memoria). Y es que el empleo de los colores para subrayar o hacer anotaciones facilita nuestra capacidad de atención, de manera que nos fijamos más en aquello que estamos leyendo.

Por último, es conveniente saber que estudiar leyendo en silencio precisa de una acción por nuestra parte para que sea una técnica efectiva, como por ejemplo, acompañar la lectura con el subrayado o la escritura de anotaciones. De esta manera, conseguiremos concentrarnos en aquello que estamos leyendo y potenciar nuestra capacidad de aprendizaje.

Estudiar leyendo en voz alta: una buena técnica para afianzar los conocimientos

Cuando estudiamos en voz alta, ocurre algo muy importante. Y es que el oído acompaña nuestra lectura. De esta manera, se activan las capacidades cognitivas que guardan relación con la atención, la memoria y la comprensión, y todo ello pone en marcha la capacidad de almacenar información y retenerla en el cerebro.

Además, al estudiar en voz alta estás dando un toque personal a los conocimientos, y es mucho más fácil recordar la explicación. También somos capaces de hacer conexiones, es decir, enlazar aquello que estamos diciendo con algo que hemos leído o memorizado anteriormente. Es, en definitiva, un método que nos ayuda a afianzar lo estudiando y grabar la información en la mente de una forma más fácil y rápida.

¿Qué tener en cuenta para tomar una decisión?

Para tomar una decisión y elegir si debes estudiar en voz alta o en silencio, te aconsejamos que pruebes las dos formas y evalúes cuál ha sido más efectiva para ti a la hora de retener lo aprendido, pasando por todas las fases de la lectura recomendadas. Una vez hayas probado las dos fórmulas en días consecutivos, pregúntate lo siguiente: ¿eres capaz de recordar lo estudiado? ¿Te acuerdas de todo lo que has subrayado en tus apuntes? ¿Te has quedado en blanco en algún apartado?

Finalmente, ten en cuenta que lo realmente importante es entender, clasificar y diferenciar lo que se lee para poder tener una mejor organización de la mente. Escoge la opción que te sea más eficaz y la que te ofrezca más facilidades para acordarte de todo cuanto has estudiado hasta el momento.

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