Guía para sobrellevar el bloqueo mental cuando opositas

En otras ocasiones ya nos hemos detenido en asuntos relacionados con el estado anímico de los opositores, tan importante para que el rendimiento de su esfuerzo sea el óptimo. Es el momento de proponerte una práctica guía para sobrellevar el bloqueo mental cuando opositas, con soluciones eficaces y sencillas para que te manejes con este problema tan común.

Precisamente porque existen diferentes trastornos emocionales relacionados con el universo del opositor (conocidos como "síndrome del opositor"), conviene empezar por señalar lo específico del bloqueo mental, al que también se denomina fatiga mental. Es ese instante en el que la cabeza dice “no” y te sientes agotado. Un cansancio que hace imposible que asimiles no ya un concepto más, sino una frase o idea sencilla.

Bloqueo mental en los estudios


Este impedimento es realmente traumático para alguien que tiene tasado y organizado su tiempo de estudio al milímetro. La incapacidad de proseguir al ritmo programado sólo viene a incrementar el bloqueo del opositor. De ahí la importancia de saber actuar a tiempo para revertir esta situación. Ese es el objetivo de las medidas que te proponemos.

¿Cómo superar el bloqueo en los estudios?

Aunque suele venir sin avisar, puedes estar seguro de que se avecina un bloqueo mental cuando empieces a notar alguno de estos síntomas: bajada de la presión arterial, entumecimiento muscular, molestias estomacales o dificultades para dormir. Pero, lo más significativo es la incapacidad de concentrarte y que notas que tu pensamiento se ralentiza, te sientes torpe a la hora de manejar ideas, por sencillas que sean.

¿Qué puedes hacer? Toma nota de estas ideas de demostrada eficiencia para prevenir la fatiga o frenarla cuando aparece:

1. Controla los factores ambientales externos

El entorno en el que estudias te afecta más de lo que piensas a la hora de concentrarte para estudiar. Huye de ambientes cargados, controla que la temperatura se mantenga constante en los 20-21 grados para no generarte somnolencia y asegúrate de que entre suficiente luz natural durante la mayor parte de tu jornada de estudio, ya que es un estimulante natural de la actividad cerebral. Los que estudiáis por la tarde-noche deberéis buscar una iluminación que imite la luz solar.

2. La regla de los 20 minutos

Los expertos consideran que una forma eficaz de no atosigar a nuestra cabeza con una cantidad excesiva de información es trabajar al máximo rendimiento durante 20 minutos, parar y tomarse unos minutos de descanso y retomar el estudio. Esta forma de parcelar el esfuerzo y planificar los descansos al estudiar está especialmente indicada para tareas rutinarias o repetitivas que son en las que más fácil es que surja el bloqueo. Primero necesitarás ayudarte de un reloj, pero con los días será tu propia mente la que se acomode a esos intervalos.

3. Esquiva los momentos de dificultad crítica

Está claro que en unas oposiciones no puedes dejar de estudiar un tema o una parte del mismo porque te resulte más complicado. Pero, tampoco es nada productivo que te empecines en seguir machacando algo que te está costando demasiado. Prueba a “bordear” ese obstáculo. Resulta útil en este sentido trocear ese contenido, buscar ayuda de alguien conocedor del tema que pueda explicárnoslo y utilizar apoyo visual o multimedia para ampliar la información, por ejemplo.

4. Establece límites a tu esfuerzo

Esa expresión tan típica de “calentar la silla” que ya es poco recomendable en el entorno laboral, lo es menos aún en el caso de un opositor. Los conocimientos no te van a sobrevenir de forma mágica porque estés sentado y hojeando papeles. Vale más que te impongas un plazo razonable y que lo cumplas. Si no hay avances, levántate, cambia de ambiente y actividad e intenta relajarte.

La idea principal que sobrevuela por esta guía para sobrellevar el bloqueo mental cuando opositas podría resumirse en una frase: un día invertido en despejar nuestra cabeza puede ser la más productiva de las jornadas de estudio.