Son muchas las convocatorias que no acaban en la tradicional fase de oposición que todos tenemos en mente. Una vez superadas las distintas pruebas, orales o escritas, los candidatos que las han superado deben enfrentarse en la fase de concurso. Dependiendo del tipo de plaza, se valoran unos u otros elementos, como sucede por ejemplo, en las oposiciones de Archivos y Bibliotecas. En esta ocasión, descubrimos cuáles son los méritos que puntúan en las oposiciones de Archivos y Bibliotecas. ¡Sigue leyendo!
Es importante, más que eso, esencial que conozcas de antemano estos baremos y cómo puntúan. No es cosa de que todo tu esfuerzo en la preparación de las oposiciones se vaya al traste por un mal cálculo de tus posibilidades en la fase de concurso. Recuerda que para que el Tribunal califique tus méritos en las oposiciones debes acreditarlos. Por tanto, revisa bien que cuentas con la documentación los examinadores van a poder tener en cuenta según figura en las bases.
Méritos puntuables en las oposiciones de Archivos y Bibliotecas
Lo común que tienen todos los concursos de una oposición es que es la administración convocante la que determina de forma discrecional no sólo los méritos que tiene que acreditar el candidato, sino también el sistema de calificación, incluyendo la puntuación mínima que se va a exigir. Y es que, lo razonable es que estas exigencias se decidan teniendo en cuenta las funciones y responsabilidades de cada puesto.
En el caso específico de las oposiciones a Archivos y Bibliotecas, los méritos que se suelen demandar son de naturaleza muy variada, lo que dificulta hacer un resumen general de ellos. Pero, básicamente estos serían los más comunes:
- Méritos de Titulación. Se trata de uno de los requisitos básicos para opositar. Hay que demostrar que, en la fecha en la que haya que presentarlo, se está en posesión del título académico que se consideraba requisito para poder presentarse a la oposición.
- Méritos de Formación Complementaria. Se incluyen la realización de prácticas, tutorías, colaboraciones o asistencia a jornadas. Otra variante que se admite en este apartado son los cursos o actividades formativas impartidos por el aspirante. Y, específicamente, las competencias en tecnologías de información y comunicación, como cursos de reciclaje o perfeccionamiento directamente ligados al puesto al que se opta.
- Méritos de Formación. Lo más normal es que se tengan en cuenta aquellos cursos con un contenido relacionado con la plaza. Es importante, eso sí, tener en cuenta que estén impartidos u homologados por las universidades españolas (cursos CITA), asociaciones o colegios profesionales (SEDIC), organizaciones sindicales o privadas siempre que cuenten con homologación de una administración pública. También, los convocados por FUNDAE e INAP.
- Méritos de Experiencia Profesional. Aquí se trata de poner en valor el desempeño del candidato en trabajos con funciones o responsabilidades similares a las que se van a desarrollar. Por eso, se pueden aportar tanto los servicios prestados en cualquier administración pública o universidad como en una entidad privada. Además, la experiencia como autónomo o profesional libre. Y, por supuesto, el tiempo trabajando en una plaza similar como interino o personal laboral.
- Otros méritos. Suele incorporarse un apartado en el que tengan cabida otras conocimientos o capacitaciones de carácter más general: idiomas (sobre todo las lenguas de las Comunidades Autónomas o de los países de la UE), los permisos de conducir, haber superado la fase de oposición de procesos de selección convocados para esa misma plaza con anterioridad o pruebas y ejercicios de la misma. Es habitual que puntúe la participación en programas de mejora de la gestión de actividades relacionadas con el organismo que convoca estas oposiciones.
En todo caso, te recordamos que debes confirmar con tiempo suficiente que estos son los méritos que puntúan en las oposiciones de Archivos y Bibliotecas a la que te presentas.