Como habrás imaginado, los inspectores de Calidad Alimentaria se ocupan de comprobar que todos los productos que llegan al público lo hacen cumpliendo las normas de seguridad y excelencia que exige la legislación vigente. Juegan, sin duda, un papel determinante para la salud pública, como por ejemplo, en la detección de casos de intoxicaciones alimentarias.
Por si no lo sabes, ocupa un puesto privilegiado en el ránking de los empleos mejor pagados. Es un aliciente más para que te interese saber cómo son las oposiciones a Inspector de Calidad Alimentaria y, lo que es más importante, ¡qué te animes a prepararlas!
Nociones sobre las funciones de un Inspector de Calidad
La tarea esencial de estos inspectores es realizar supervisiones técnicas sobre todos los procesos y etapas que intervienen en la puesta en el mercado de un producto alimenticio, desde la materia prima hasta el almacenamiento o distribución. Por supuesto, en el caso de empresas de restauración, también se analizan las condiciones generales del local y cómo se manipula y cocina el producto.
Realmente, es un campo de actuación tan amplio el abarcan quienes aprueban unas oposiciones a Inspector de Calidad Alimentaria, que no hemos hecho más que un trazado general de sus imprescindibles actuaciones.
¿En qué consisten estas oposiciones?
Para poder presentarte a una convocatoria para Inspector de Calidad Alimentaria tienes que contar con un título de Diplomado, Ingeniero o Grado universitario que te habilite para el ejercicio de esta profesión. Las carreras y ciclos formativos de FP relacionados con este sector son muchos, desde Veterinaria, Farmacia, Biología o Tecnología de los alimentos, por ejemplo.
Hay que recordar que las plazas de este cuerpo que pertenece a la Escala Técnica Facultativa de Técnicos e Inspectores de Calidad Alimentaria pueden ser convocadas por cualquiera de las administraciones del Estado, desde la central a las locales. Por eso, es difícil marcar una fórmula única que cumplan todas las oposiciones. Sí te mostramos un modelo que es el más frecuente.
Pruebas de las oposiciones a Inspector de Calidad Alimentaria
Todas las convocatorias que hemos comparado nos han mostrado una estructura similar, unas oposiciones con cuatro ejercicios y un curso selectivo. Cuando los candidatos consiguen su aprobado, son nombrados funcionarios en prácticas. La condición definitiva de Inspector de Calidad Alimentaria sólo la consiguen tras superar esos meses de formación y/o prácticas posteriores.
En cuanto a las pruebas, esta es la fórmula más habitual. Todos los ejercicios son obligatorios y eliminatorios:
- Primer ejercicio. Un examen tipo test de unas 80 preguntas máximo que se refieren al temario de la convocatoria. Las respuestas fallidas suelen restar puntuación.
- Segundo ejercicio. Examen de desarrollo de dos temas. La elección de los temas difiere según las convocatorias. Puede ser uno al azar y uno propuesto por el Tribunal o ambos por sorteo o por indicación de los examinadores. La duración permitida no suele exceder de tres horas. Consta de una segunda parte, con lectura y preguntas ante el Tribunal.
- Tercer ejercicio. La resolución de uno o varios supuestos prácticos propuestos por los miembros del órgano examinador. En la mayor parte de las ocasiones se permite la consulta de libros, documentos o textos, siempre en papel que aporte el propio candidato. También se lee ante el tribunal.
- Cuarto ejercicio. Prueba de idiomas. Lo más habitual es que se pueda optar entre la lengua inglesa o francesa para realizar este ejercicio. Se trata de una traducción directa, por escrito y sin diccionario.
Esta información sobre cómo son las oposiciones a Inspector de Calidad Alimentaria seguro que te ha servido de estímulo. Empieza una nueva vida con este proyecto entre tus prioridades. ¡Sólo te va a proporcionar buenas noticias!