Muchas personas creen que la vida del estudiante es una vida fácil y sin preocupaciones. Sin embargo, esto no es del todo cierto: el día a día de un opositor, aunque estudiante, es de lo más difícil y sacrificado. Por eso es importante conocer tus fortalezas y debilidades como estudiante para ser eficiente y aprovechar tu tiempo de estudio. El hecho de presentarte a las oposiciones puede resultar abrumador debido al nivel y al ritmo que exigen estas pruebas. Así pues, veamos algunos trucos para identificar tus fortalezas y debilidades como estudiante para sacarle el máximo partido a tus horas de estudio.
Cómo identificar tus puntos fuertes y débiles como estudiante
Nada mejor que seguir el sistema de planificación estratégica que te proponemos, para analizar nuestras fortalezas y debilidades, factores internos, y comprarlos con las amenazas y oportunidades que podamos encontrar a nivel exterior.
1. Haz un análisis DAFO
Busca un lugar tranquilo donde poder concentrarte y pensar detenidamente. En unos 30 minutos, crea una lista con tus fortalezas y otra con tus debilidades. Tómate tu tiempo. En esta media hora deberás ser capaz de reconocer qué se te da bien, en qué cosas cometes errores y cuáles eres incapaz de abordar. Hacer un análisis DAFO no solo te servirá para conocer tu debilidades y fortalezas, sino para observar qué factores determinan tu forma de ser.
Si ves que no sacas nada en claro tras estos 20 minutos, puedes hacerte estas preguntas para profundizar un poco más:
¿Qué contenidos me cuesta más asimilar? ¿Cuáles me resultan más amenos?
¿En qué momento del día me siento con más fuerzas para estudiar?
¿Cuáles son mis principales errores? ¿Qué cosas me suelen salir bien a la primera?
Si no es tu primera oposición, ¿qué prueba no superaste?
¿Qué formas de estudio te requieren más tiempo de lo normal?
¿En qué ámbitos tienes formación: herramientas TIC, idiomas, contabilidad, etc.?
¿Qué te motiva a seguir adelante con la oposición?
2. Compara los factores internos con las amenazas y oportunidades
Ahora es el momento de comparar estas dos listas de factores internos con las amenazas y oportunidades que te brinda el proceso de oposición en sí. Dedícale otros 30 minutos. Seguro que ya sopesaste todos estos elementos antes de decidir presentarte al concurso-oposición, pero nunca viene mal recordarlos. Te proponemos una serie de preguntas para que te resulte más sencillo:
¿Las plazas ofertadas te parecen suficientes?
¿Cómo es el nivel de formación del resto de opositores en comparación con el tuyo?
¿Crees que dispones de tiempo suficiente para prepararte el temario?
¿Es tu primera oposición?
¿Tienes experiencia en el puesto para el que opositas?
3. Repite el proceso siempre que lo necesites
Si no estás satisfecho con el resultado, recuerda que puedes repetirlo siempre que quieras. Es importante dedicarle el tiempo necesario, ya que el análisis de los datos nos será de gran utilidad para afrontar la preparación de las oposiciones. Con las cuatro listas por delante, deberás buscar la forma de suplir tus debilidades con las oportunidades que se te presentan, y de superar las amenazas aprovechando tus fortalezas.
Sin embargo, el análisis DAFO no es la panacea. Al realizarlo tú mismo, corres el riesgo de obtener una visión sesgada. Existen otros trucos para identificar tus fortalezas y debilidades como estudiante. Por ejemplo, preguntarle a tu entorno más cercano. Elige con cabeza a quién pedirle ayuda, aunque lleguen a decirte algo que no quieras escuchar. También pueden ser de gran ayuda tus antiguos profesores. Nadie mejor que ellos para pedirles algunos trucos para identificar tus fortalezas y debilidades como estudiante.