Está bastante generalizada la idea de que la vida de un opositor implica que se aísle del mundo y sólo se dedique a preparar su oposición. ¡Error! Cuanto más consigas incorporar a tu rutina de estudio de la oposición otras actividades, más llevadero será el proceso y más eficaz será tu esfuerzo. Así que, a la pregunta ¿cómo debe ser el día a día de un opositor?, se debe responder con términos como lo más normal posible, lo más parecido a tu vida anterior.
Rutina diaria de un opositor
Depende de si trabajas, si tienes pareja o hijos, si vives con tus padres… Pero, también de cosas como tus aficiones, que seas deportista o de los que salen mucho con los amigos. En resumen, que debes programarte para hacer compatibles todas estas circunstancias.
Antes de ver cuál es la mejor forma de organizar el día a día de un opositor, hay un punto de partida esencial, no vives solo. Será mucho más fácil cumplir tus compromisos si toda tu gente está implicada en este objetivo. A ver, estudiar será algo que tengas que hacer solo, pero los demás pueden respetar tus tiempos de trabajo sin interrumpirte, ayudarte a desconectar en tus descansos a la hora de preparar la oposición, no cargarte con tareas extra, mil y un detalles que son muy importantes. ¡No lo olvides, el opositor no está solo ante el mundo!
Rutina de estudio ideal para las oposiciones
Empecemos desmontando otro mito, la carga negativa que se asocia a la palabra rutina, que nos suena a aburrido y poco interesante. Nuestro cuerpo y mente trabajan mejor si entran en modo “piloto automático”. ¿Qué quiere decir esto? Que si planificamos nuestra oposición siempre en un mismo orden y respetando unos horarios, al cabo de unos días inconscientemente lo haces sin tener que esforzarte y de una forma más relajada.
Esta es la fórmula que utilizan los deportistas de élite en sus entrenamientos, para que veas hasta que punto funciona. Empieza por acciones sencillas y haz que tu rutina sea lo más detallada posible. Parece complicado, pero enseguida comprobarás los resultados.
Y ahora, esas claves para idear y poner en práctica una rutina de estudio ideal para las oposiciones. Es sólo un ejemplo muy general, tú tienes que ajustarlo a tu realidad:
1. Horas de estudio
Dependiendo de tu disponibilidad de tiempo pueden oscilar entre las tres horas diarias como mínimo a las ocho como máximo. Lo más importante es que las respetes y, sobre todo, las aproveches. Constancia y concentración son más efectivas que sólo cantidad. Sé consciente de tu disponibilidad real, no cumplir con lo planificado te generará frustración.
2. Alimentación
Respeta los horarios de desayuno, comida y cena e intenta compartirlos con tu familia o pareja. Siéntate a comer sin prisas, aprovecha estos momentos para relajarte. Además, planifica un par de mini descansos durante el estudio para tomar un ligero tentempié.
Esas ocho horas mínimas de las que hablan todos los especialistas son innegociables. Si eres de los acostumbrados a la siesta, puedes encajar una de 10 minutillos en tu jornada de estudio.
3. Ejercicio físico
Lo hicieses antes de ponerte a opositar o no, nuestra recomendación es que sí le reserves un poco de tu tiempo ahora. Si te gusta ir al gimnasio, dispón de una hora al menos tres días a la semana para esta actividad. En todo caso, lo ideal es que dediques unos 20 minutos diarios aunque sólo sea a pasear.
4. Ocio y relax
Leer, ver tu serie favorita o tirarte en el sofá a ver una película son actividades que deben estar en tu día a día. Una horita después de cenar para disfrutar, te vendrán genial.
¿Cómo debe ser el día a día de un opositor? Pues ya ves, completo, variado y agradable, basta con organizarlo bien, que hay tiempo para todo.