Las oposiciones son una carrera de fondo, los resultados de tanto esfuerzo no se van a disfrutar hasta que pase bastante tiempo, un año en el mejor de los casos. El que oposita puede estar más que motivado y convencido de que merece la pena, que está haciendo lo que quiere. Pero, ¿qué sucede con su entorno más cercano? ¿qué papel juegan los familiares, los amigos, la pareja? No es una cuestión secundaria, descubre cómo puedes ayudar a un opositor, tu colaboración también cuenta.
Una apreciación esencial para empezar poniendo las cosas en su sitio. Hay opositores y opositores, si te vas a convertir en un huraño, tirano y maleducado, pues casi mejor que tus personas cercanas se vayan lo más lejos posible, que tampoco es cosa de que tengan que consentirte todo. Si te has planteado esta etapa como harías con cualquier otro trabajo, entonces ahí que estarán los importantes para arroparte y animarte.
Otro apunte, este como mensaje recogido entre los opositores sobre todo para su círculo de amigos, que la familia suele ser otra cosa. Si no apetece, nadie está obligado a estar ahí de guardia y apoyo. De hecho, si no sabes cómo ayudar, casi que mantente al margen. Es la mejor manera de aportar en positivo.
Cómo NO se ayuda a un opositor
Vamos a ser muy claros, se puede ayudar haciendo determinadas cosas y no haciendo según que cosas. Esto último es igual de importante y a menudo parece menos obvio, por eso queremos empezar por ese apartado. Si eres el padre, pareja o amigo de un opositor y quieres ayudarle a preparar las oposiciones, evita estos comportamientos:
- Burlarte, criticar o reírte de las quejas y agobios del opositor. Hasta los que gozan de una voluntad de hierro tienen momentos en los que se vienen abajo, todo lo ven negro y se agobian con la mínima dificultad. Nada más deprimente que descubrir como hablan tus amigos de esos bajones en tono irónico, pensando que eres un pesado o un quejica. No se trata de firmar un cheque en blanco y consentir todo, pero hay que ser cuidadoso con el momento y forma de las críticas.
- Hacer comentarios sobre su organización, el ritmo de avance o materias exclusivamente relacionadas con el estudio.
- No enfatizar sus errores. Una cosa es aconsejar, siempre mejor si te piden tu opinión, y otra hacer de conciencia. Recuerda que tu papel no es el de preparador o tutor del opositor, tú eres amigo o familia, un apoyo no un obstáculo.
Ayudar a un opositor
Paciencia, comprensión y un poco de buen humor. Estas tres cualidades resumen el mejor apoyo que su entorno puede dar al opositor. Así dicho, parece fácil pero luego está el día a día, los bajones, la rutina, las obsesiones que va a ir mostrando nuestro querido opositor. ¿Qué pequeños detalles pueden facilitar esa vida en común? Antes que nada, infórmate sobre cómo debe ser día a día de un opositor, así sabrás en qué momentos será esencial prestarle ayuda. Estos son algunos ejemplos:
- Que tus necesidades no desaparezcan pero pasen a un segundo plano. Si se olvida un día señalado, si no te llama, si cancela una salida en el último momento, haz gala de tu paciencia. Busca un momento adecuado, en su día de descanso o durante la comida, para hacerle ver que no es bueno que lo abandone todo por la oposición, pero nunca lo hagas con tono de reproche.
- Aprovecha una situación tensa para romperla con sentido del humor. Debes ser cuidadoso para evitar que sienta que te ríes de él. Lo que debes conseguir con tu broma es que se ría contigo.
- Facilita que disfrute de un espacio inviolable, sólo suyo. Y respeta sus horarios de estudio.
Pero lo que realmente funciona es acompañar y respetar al opositor. Ese descubre cómo puedes ayudar a un opositor es algo que saben bien quienes le conocen.