Somos realistas, no se trata de convertirte en un escritor de éxito. Porque el contenido es esencial, pero la forma de exponerlo influye también en el resultado final. Cuanto más correcto sea el estilo de redacción en un examen de desarrollo, mayor será tu ventaja. Además, estos trucos para mejorar el estilo de redacción en un examen son una herramienta imprescindible para que afrontes este tipo de pruebas. Y, lo más importante, las superes con éxito.
1. La coherencia, una clave del buen estilo de redacción
El papel que juegan los esquemas a la hora de estudiar no lo discute nadie. Sirven para fijar los conceptos básicos y jerarquizar las ideas según su importancia. Ese guión es igual de necesario cuanto vas a redactar tu examen. Si puedes escribirlo en un borrador y hacer un microesquema antes de empezar el examen, mejor que mejor.
Pero si no es posible, reproduce mentalmente ese esquema con el que estudiabas. ¡Nunca empieces a escribir directamente, dedica unos minutos a organizar tus ideas!
2. Tienes que conseguir que el texto no sea aburrido
Salvo que seas un privilegiado que estudia con profesor privado, los examinadores tienen que leerse seguidos un buen taco de folios, todos hablando sobre el mismo tema. Por mucha vocación que tengan y mucho que les guste la materia que enseñan, ¡es un proceso monótono y aburrido!
Tampoco es que te incitemos a que les cuentes chistes. De lo que se trata es de que seas lo más claro y conciso posible. Por supuesto, con una buena presentación. Los márgenes, párrafos y otros elementos similares ayudan a organizar no sólo las ideas, también el espacio. Esa limpieza y orden son colaboradores imprescindibles de un buen estilo de redacción.
3. Sin puntuación y ortografía no hay estilo de redacción
Las faltas de ortografía, incluyendo los acentos, son incompatibles con un buen estilo de redacción siempre, más aún en un examen. Así que, si tienes las reglas ortográficas abandonadas, es el momento de repasarlas.
Pero, igual de necesario es que sepas la diferencia entre poner una coma, un punto o un punto y coma. Y que en nuestro idioma los signos de exclamación e interrogación van al principio y al final de la oración. No es un detalle menor, seguro que sueles escribir sólo poniéndolos al final y tienes que practicar para que no caigas en este error al redactar tu examen. Consulta nuestros consejos para cuidar tu ortografía en un examen.
4. La práctica es la mejor forma de aprender a redactar
No te va a servir de mucho, por no decir de nada, memorizar estos consejos y aplicarlos directamente el día que te examines. Tienes que incorporar la escritura a tu rutina de estudio. Porque, además de necesitar un buen estilo de redacción, en un examen es necesario escribir rápido. Tienes un tiempo limitado para desarrollar tu respuesta.
Especialmente ahora que estamos tan acostumbrados a teclear en un ordenador o usar los pulgares para mensajearnos con el móvil. Tienes que coger el bolígrafo y el papel porque seguro que llevas tiempo sin hacerlo.
5. Los exámenes no se aprueban al peso
No te confundas: escribir mucho no es sinónimo de escribir bien. Esa idea de que metas toda la paja posible al redactar viene de alguien que no tiene ni idea. Ya hemos subrayado la importancia de no aburrir al examinador. ¡Imagina si encima lo haces contándole vaguedades o asuntos que no tienen nada que ver con la materia del examen!
Empieza cuanto antes a practicar estos trucos para mejorar el estilo de redacción en un examen. Una vez que que hayas automatizado los cambios, redactarás bien de forma automática. ¡Notarás inmediatamente cómo se refleja en tus notas!