Estudiar es un proceso que supone concentración, dedicación y esfuerzo. Para obtener los mejores resultados, es necesario que una persona cuente con las mejores condiciones. Por ello, existen algunas formas de estudiar que no resultan convenientes porque impiden un buen rendimiento.
Es habitual que un estudiante crea que es mejor estudiar donde uno se sienta más cómodo. Sin embargo, estudiar acostado en una cama, hamaca o sofá es uno de los errores más frecuentes entre los estudiantes. El problema radica en que los estudiantes deberían comprender que la comodidad en el estudio no es semejante a la comodidad en el descanso.
Estudiar acostado relaja tu cuerpo produciendo sueño en pocos minutos. Es probable que después de 15 minutos acostado en una cama, uno se quede dormido. Por ello, esto es un grave error. Estudiar es una actividad que necesita de todas tus energías, entonces, el hacerlo recostado será perjudicial en este sentido.
Por el contrario, estudiar en un escritorio o un lugar adecuado te ayudará a potenciar tus habilidades. Ahí te sentirás realmente cómodo, no para descansar, sino para estudiar.