Todo estudiante u opositor debe tener en cuenta una serie de factores para optimizar su desempeño. Entre ellos, dos de los más importantes, son el sueño y la alimentación. Ambos factores afectan directamente a los estudiantes, siendo causa de su buen o mal desempeño durante una sesión de estudio.
La alimentación proporciona la energía para que el cuerpo rinda de una manera adecuada. Una buena alimentación nos mantendrá siempre activos, concentrados y dispuestos a estudiar. En cambio, una mala alimentación será causa de falta de energía, falta de concentración o distracciones fisiológicas.
Por otro lado, la energía que proporciona la alimentación no dura para siempre. Es necesario que el cuerpo y la mente descansen de una manera adecuada para que puedan continuar más adelante con su funcionamiento. Esta es la función del sueño. Sin él tampoco podremos desempeñarnos bien durante el estudio.
El sueño y la alimentación son de vital importancia. Además, ambas actividades funcionan de manera complementaria, por ello no es recomendable priorizar solo una de ellas.