No son pocos los candidatos que se hacen la misma pregunta a la hora de preparar una oposición: "¿Es posible opositar después de los 40 años?". La respuesta es bien sencilla: no solo es posible, sino que además es una opción cada vez más socorrida entre las personas que superan la barrera de los cuarenta. Siempre y cuando no alcances la edad de jubilación (requisito indispensable en la mayor parte de convocatorias) podrás opositar a partir de los cuarenta. ¿Cómo? Siguiendo los consejos que te proponemos a continuación.
Trucos para preparar una oposición después de los 40
Aunque el proceso para preparar los exámenes de una oposición sea el mismo con independencia de la edad, los deberes y las obligaciones propios de una persona adulta pueden llegar a dificultar el tiempo de estudio. Sin embargo, no hay nada que no podamos conseguir con los consejos adecuados.
1. Márcate un objetivo realista
Y ve a por él desde el primer momento.
A estas alturas de tu vida ya sabrás cuáles son tus fortalezas y debilidades. Esta "información privilegiada", que no suele tener un estudiante universitario, te será muy positiva a la hora de marcarte unos objetivos a corto y largo plazo que serás capaz de asumir. Preparar una oposición es un auténtico reto, por supuesto, pero tu experiencia te dirá hasta dónde puedes llegar.
2. Nunca dudes de ti
El primer consejo nos lleva irremediablemente a estas posibles situaciones:
"Pero llevo muchos años sin estudiar... ¡No sé ni por dónde empezar!"
"Hace más de veinte años que no cojo un libro. ¿Estaré a la altura?"
"Seguro que tardo el doble de tiempo en retener conceptos... No merece la pena"
Estas son solo algunas de las muchas inseguridades que pueden invadir a los estudiantes mayores de cuarenta años. A todos ellos les decimos lo siguiente: no se puede ser enemigo de uno mismo. Cueste más o cueste menos estudiar (algo que, por cierto, no depende al 100% de la edad) si se tienen claras las metas y se elabora un buen planning de estudio para la oposición, no habrá nada que no se pueda conseguir.
Estudiar no es lo único que debemos: por mucha memoria privilegiada que tengamos, si no confiamos en nosotros mismos no conseguiremos sacar la oposición.
3. Hazte con un buen material de estudio
Y acude a una academia para oposiciones si es necesario.
Tanto si quieres preparar la oposición por libre, como si decides acudir a una academia o contratar los servicios de un preparador particular, lo cierto es que tendrás que adquirir la última versión del temario de tu oposición. Algunas convocatorias apenas son susceptibles a los cambios, pero otras, de carácter autonómico, pueden experimentar algunas modificaciones.
4. Organiza bien tu tiempo y adquiere una nueva rutina de estudiante
Sí; vuelves a ser estudiante, y como tal tendrás que diseñar un buen calendario de estudio. Lo primero que debes hacer es consultar el Boletín Oficial del Estado y enterarte de las fechas definitivas de tu oposición. En base a estas fechas fijarás tus prioridades, distribuirás los temas a estudiar a lo largo de las semanas y organizarás tus momentos de descanso (sí, todo es necesario).
5. No te saltes tu planning
Porque... ¿De qué sirve elaborar un buen planning de estudio si luego no lo vamos a respetar? Planificación, estudio y disciplina deben ser tus lemas durante las largas jornadas de preparación.
6. Comparte tus horarios de estudio con tus familiares y amigos
Uno de los pocos inconvenientes que tiene estudiar una oposición a partir de los 40 es que las obligaciones familiares y laborales pueden dificultar nuestro tiempo de estudio. No obstante, siempre puedes hablar con tus familiares o las personas con las que vivas (en el caso de que no vivas solo, por supuesto) para hacerles partícipes de tus horarios de estudio. Ten por seguro que todos y cada uno de ellos respetarán el planning que has ideado.
Por otro lado, si consideras que es imposible estudiar en tu propia casa (tienes hijos pequeños, una obra doméstica a medio hacer o ruidos desagradables en el vecindario) lo mejor que puedes hacer es atrincherarte en una biblioteca.
7. Aprovéchate de la disciplina conseguida a lo largo de los años
Ya lo hemos adelantado en otros puntos, pero no está de más repetirlo: no importa la de años que lleves sin estudiar; la disciplina que has adquirido tras años y años de experiencia (tanto profesional como vital) es una baza que jugará a tu favor. Nadie mejor que tú sabe hasta dónde puede llegar, pero no dejes que los miedos y las inseguridades te limiten. Opositar a los cuarenta no solo es posible, sino que está al alcance de tu mano.