Así como es necesario contar con un buen estado de ánimo para conseguir un rendimiento óptimo durante una sesión de estudios, también es necesario estar siempre motivado. Precisamente, la desmotivación es una de las conductas que más afecta a la concentración de los estudiantes.
La desmotivación es un sentimiento de desesperanza ante los obstáculos, un estado de angustia, de falta de entusiasmo, energía o disposición. En este sentido, si una oposición es vista como un reto, definitivamente la desmotivación es una actitud con la cual no la debes enfrentar.
La desmotivación se origina por dos motivos. Por un lado, es la generalización de experiencias negativas del pasado y, por otro, es una autopercepción de incapacidad para alcanzar las metas propuestas. Por esto, la desmotivación es un estado de ánimo limitador, que ahoga al sujeto en pensamientos pesimistas.
Si esta desmotivación se vuelve una tendencia recurrente puede ser nociva para la salud. La confianza, la creatividad, la fuerza de voluntad, entre otros aspectos, se verán seriamente afectados por ella. Por todo esto, la desmotivación siempre debe quedar fuera de cualquier sesión de estudios.