3 métodos para mejorar tu memoria visual al estudiar

Toda ayuda es bienvenida si te es útil para mejorar los resultados de tus exámenes. El sentido de la vista nos proporciona mucha información adicional sin que tengamos que hacer nada, de forma automática. Ese mecanismo es muy interesante si lo pones a trabajar para que te facilite la tarea de memorizar conceptos.

Así que, igual que te entrenas para mejorar tu rendimiento físico, aprovecha estos ejercicios y técnicas para reforzar y optimizar tu memoria visual y retener mejor la información al estudiar. ¡Te recomendamos que tomes buena nota!


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1. La organización es una de las claves para mejorar la memoria visual

Cuando vayas a sentarte a estudiar, es esencial que resumas el temario y agrupes la información entorno a unas características comunes. Se trata de encontrar una imagen que te recuerde la mayor parte posible de datos a la vez.

No podemos darte pautas generales para que hagas estas asociaciones porque lo que sirve para una persona no siempre es útil para otra. Por eso, debes dejarte guiar por tu propia lógica, es la única forma de que la memoria visual te funcione.

2. Potencia tu capacidad de observación

Como ya te hemos dicho, nuestro sentido de la vista está trabajando constantemente sin que nos esforcemos, ni seamos conscientes. Lo que te proponemos es que aproveches cualquier momento para mejorar tu potencial de memoria visual.

La observación es una herramienta íntimamente ligada a esta capacidad. Por eso, aprovecha cuando vas caminando para fijarte en los detalles de lo que ves mientras paseas. O fíjate en los elementos que te llaman la atención cuando entras por primera vez a una estancia. Se trata de que te acostumbres a retener toda la información posible que obtienes con sólo echar un primer vistazo.

3. Ejercicios para trabajar tu memoria visual

Y, para finalizar, nada más efectivo que la práctica para que puedas sacar el máximo partido a tu memoria visual. Todos son súper sencillos y no necesitas casi nada para hacerlos. Tú irás decidiendo cuál te funciona mejor y la frecuencia que te hace falta.

  1. Describiendo una imagen. Elige la imagen que quieras y obsérvala durante 30 segundos, intentado fijarte en los detalles. Transcurrido ese tiempo, retírala y contesta a estas preguntas: ¿qué has visto?, ¿qué colores tenía la imagen? y ¿qué objetos diferentes aparecían en la imagen? Para finalizar, escribe una breve historia sobre la imagen.
  2. El repaso del día. Cuando vayas a irte a dormir, dedica unos minutos a recordar algún acontecimiento de ese día. Puedes usar el símil de una sala de cine e imaginarte sentado mientras en la pantalla se proyecta ese acontecimiento que has elegido. Intenta aportar toda la información que recuerdes: las personas con sus gestos y actitudes, si había animales, el espacio en el que se desarrollo el hecho, la luz, los colores…
  3. El juego de los recortes. Elige un cuadro o una fotografía que conozcas mucho. Recórtala en varias partes y esconde una. Trata de reconstruir esa parte que no está visible. Ve complicando el ejercicio quitando progresivamente más trozos y recreando más zonas mentalmente. Es importante que seas capaz de rellenar un vacío antes de quitar más. El objetivo es que consigas recordar completamente la imagen en tu mente y con todo lujo de detalles.

Los 3 métodos para mejorar tu memoria visual al estudiar son fáciles de aplicar y con resultados que te van a sorprender. Además de servirte para tus exámenes, también pueden serte útiles para otros momentos de tu vida en los que tengas que tirar de memoria. ¡No tardes ni un segundo en ponerlos en práctica!

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