Todo el conocimiento sobre el mundo o sobre nuestra propia experiencia que podamos almacenar en nuestra memoria está contenido en la memoria declarativa. Esta es la memoria que nos proporciona el conocimiento a través de proposiciones verbales o imágenes mentales.
La memoria declarativa o explícita es aquella que almacena el conocimiento y las experiencias de cada persona. Además, estos contenidos siempre podrán expresarse de manera explícita en la mente. Esto quiere decir que, a diferencia de la memoria procedimental, la memoria declarativa sí permite hacer una representación mental del conocimiento previo a su ejecución.
La memoria declarativa se subdivide en dos sistemas: la memoria episódica, vinculada a la experiencia de cada sujeto, y la memoria semántica, vinculada más con los conceptos. En ambos sistemas la información será recuperada y representada de manera diferente.
Esta clase de memoria es semejante a la noción tradicional de la memoria como un sistema a través del cual uno accede de forma consciente a distintos recuerdos que fueron en su momento almacenados también de manera consciente.