Para estudiar bien, no basta con simplemente leer sobre una materia. Estudiar exige una participación más activa, no solo con interés, sino también tomando apuntes o empleando las técnicas de estudio.
Si uno no emplea estas técnicas, es probable que olvide con más facilidad los temas que desea aprender. Esto hace que en ocasiones, a la hora de resolver una interrogante en un examen, el estudiante recuerde que sabía la respuesta, pero en ese momento no pueda recordarla.
Sin apuntes, es imposible recordar todo lo que se ha estudiado. Para no perderse entre tanta información es necesario recurrir a esquemas, notas, palabras clave, etc. Todas estas técnicas harán que sea más fácil recordar aquello que ya se ha estudiado.
Si se opta por hacer apuntes, es necesario usar abreviaturas, para ahorrar tiempo. Además, los apuntes siempre deben ser de uno mismo, no es recomendable utilizar los de un compañero. También es importante recordar que los apuntes siempre deber ser breves, concisos y, por supuesto, claros, para que se puedan entender con facilidad.