Es inevitable que durante el estudio surjan algunas dudas. Uno no puede contar con la certeza de entender el 100% de lo que se encuentra estudiando. Pero la actitud que un estudiante debe mantener ante una duda es vital para su aprendizaje.
Las dudas representan un espacio vacío dentro del conocimiento que uno va adquiriendo. Si ese espacio no es completado lo antes posible, el estudiante no podrá añadir más conocimiento de manera sólida. Los nuevos conocimientos no podrán fijarse bien y por ende surgirán nuevas dudas.
Para evitar que esto se convierta en una cadena incesante, lo ideal es enfrentarlas apenas surjan. Cuando un estudiante tiene dudas sobre algo, debería aclararlas en ese mismo momento. Solo así le estará dando a los nuevos conocimientos que pueda aprender una base sólida sobre la cual afianzarse.
Por otro lado, si el estudiante intenta acumular varias dudas para resolverlas más adelante, podría estar poniendo en riesgo su aprendizaje. Para solucionar una duda es necesario rememorar el capítulo o el tema en cuestión. Al acumular varias, probablemente el alumno ya no cuente con el tiempo suficiente como para resolverlas.