En el agitado mundo en el que vivimos, a veces resulta difícil poder mantener nuestra atención sobre algún objeto por un tiempo considerable. Como las distracciones son frecuentes, nuestra mente debe hacer un esfuerzo por mantener su atención sobre un objetivo. La capacidad encargada de realizar esta tarea es precisamente la atención sostenida.
La atención sostenida, también conocida como vigilancia, es la capacidad de mantenerse consciente de las necesidades de una tarea, en otras palabras, es la habilidad de mantener nuestra atención sobre ella, por un periodo de tiempo prolongado y evitando toda clase de distracciones.
La atención sostenida es la capacidad de mantener la concentración sobre un objetivo, pese a las adversidades o distracciones. Por ello, para poder desarrollarse correctamente necesita siempre una adecuada comprensión de la información y también la capacidad de autocontrol, ya que se encuentra relacionada a aspectos emocionales.
No debemos entender la atención sostenida como una atención permanente, sino como aquella que se mantiene y conserva paralelamente a alguna otra secuencia que esté ocurriendo en nuestra mente.