¡Déjate de valerianas, tilas y ejercicios de relajación! La forma más eficaz de eliminar los nervios ante un examen pasa por ir bien preparado. La seguridad es tu mejor herramienta para no desperdiciar tus esfuerzos en el último momento. Las técnicas de estudio son tu gran aliado. Por eso, estos 3 consejos para hacer microesquemas antes de un examen. ¡Te van a venir muy bien!
Para no liarte, ¿sabes que es un microesquema? Es un resumen muy visual que te permite tener controlado el contenido completo de una asignatura. Pero, no es una simple enumeración de los títulos del temario. Te lo tienes que trabajar un poco más, porque se trata de aprovechar para reflejar cuáles son más importantes e, incluso, los que tienen más probabilidad de caer en el examen.
Primero: el orden es esencial para hacer microesquemas en un examen
¿Sabes eso de pensar antes redactar que recomiendan los escritores? Pues es esencial para hacer un buen microesquema y evitar quedarte en blanco en un examen. Repasa los temas que entran en tu examen y escribe sus títulos en orden, dejando un espacio en blanco debajo de cada uno.
Ese hueco es para rellenarlo con información adicional. Básicamente los subtemas, pero también anota si tiene una parte práctica, o sea, debes repasar los ejercicios. Y si tienes en tus apuntes algún comentario expreso del profesor o una anotación sobre prioridades o ideas principales que tienen más probabilidad de ser una pregunta de examen.
Por último, aprovecha para enumerar definiciones, fechas o datos esenciales de cada tema. No te olvides tampoco de reflejar los recursos extra que te sirvan para el repaso (gráficos, web…) o lo que cayó sobre esa materia en el examen del año anterior.
Segundo: identificación visual en tus microesquemas
Hay diversas posibilidades para dar forma a un microesquema, desde la estructura clásica en llaves a los mapas mentales. En Internet encontrarás información sobre distintas posibilidades o crea la tuya propia: con guiones, de araña, como organigrama, en árbol, en panal o circulares, son algunos ejemplos.
En cualquier estructura es importante que juegues con los colores. Usa siempre el mismo para cada acción: rojo lo que destacó el profesor, azul lo que debes memorizar, verde que se preguntó en otra ocasión… Son sólo ideas, el objetivo de subrayar los apuntes con colores es que tú sepas a qué se refiere cada apartado y puedas reflejarlo en tu microesquema.
Tercero: sacar el máximo partido a los microesquemas en los exámenes
Claro que, de nada te va a servir ese esfuerzo previo si luego no sabes usar los microesquemas. A ver, tampoco es que haya unas reglas obligatorias e inamovibles, tú lo vas a adaptar a tus necesidades. Pero sí te conviene manejarte con unas líneas de partida básicas.
La idea es que tengas claros los objetivos por los que te has decidido a hacer tus microesquemas y utilizarlos para llegar a ellos. Sin duda, es una herramienta para que te ubiques rápidamente en el punto concreto en el que están tus avances en la preparación de ese examen y puedas mejorar tu estilo de redacción, estructurando y organizando mejor la información. Con la gran ventaja de que es una técnica muy sencilla y que no te quita mucho tiempo.
Para empezar, porque compruebas fácilmente qué has aprendido ya y en qué temas o partes del contenido todavía estás “pez”. Tener esta información clara te ayuda a sentirte más tranquilo y a planificar mejor cómo enfrentarte al resto. O sea, que los microesquemas trabajan para ti en tres sentidos:
- Saber qué has aprendido,
- Saber exactamente qué te queda por estudiar, y
- Optimizar el tiempo que te queda incidiendo en los temas que no dominas.
Ahora que conoces todos los secretos y consejos para hacer microesquemas antes de un examen, te resultará más fácil dominar el temario. ¡Y se reflejará, ya lo verás, en tus notas!