Cuando nos planteamos estudiar para ser jefe de ventas. Enseguida nos damos cuenta que hay muchas posibilidades de elegir nuestros estudios. Ya que en sí, no hay ningún título como jefe de ventas o un examen para conseguir el puesto, como puede ser una oposición. Pero si que hay ciertos estudios que nos harán estar más cerca de conseguir un puesto como jefe de ventas.
¿Qué debo estudiar para ser jefe de ventas?
Si queremos convertirnos en jefe de ventas deberemos ser conscientes de que no es un camino fácil y que pasa por unos cuantos años de formación. Lo cierto es que no hay una carrera de jefe de ventas, pero si nos podemos encontrar sobretodo con carreras universitarias que están dentro de ese ámbito.
- Grado en administración y dirección de empresas
- Grado en comercio y marketing
- Grado en dirección comercial y marketing
- Grado en gestión y marketing empresarial
- Grado en marketing
El camino universitario es la opción más común si queremos conseguir ser jefe de ventas. Ya que es aquí donde aprenderás todas las claves de como funciona un departamento de ventas dentro de una empresa; a pesar de que nos cueste 4-5 años de nuestra vida hay que tomárselo como una inversión para llegar a ese tan ansiado puesto.
Después de pasar por la universidad lo ideal sería completar nuestra formación con un máster en finanzas, en marketing o en gestión comercial. Es recomendable ya que a un jefe de ventas se enfrenta a situaciones que requieren de una gran formación.
Perfil de un jefe de ventas
Como bien sabemos cada vez las empresas son más exigentes con los jefes de departamentos y no es menos con el jefe de ventas; si queremos alcanzar un puesto de tanta relevancia deberemos ser conscientes de que la exigencia es máxima tanto en formación como en experiencia. Teniendo en cuenta estos datos el perfil más buscado es el de alguien con carrera universitaria, con un máster de especialización en gestión de ventas o marketing y además con experiencia mínima de 4-5 años. Además de otros requisitos típicos en el mercado laboral como pueden ser idiomas, capacidad de liderazgo o de trabajar bajo presión.