Estudiar para una oposición es un proceso largo y complejo, ya que recién después de varias horas de estudio uno puede sentirse preparado para enfrentar este proceso. Sin embargo, debemos siempre tomar en cuenta que podríamos reducir esas horas de estudio de acuerdo a nuestra concentración durante esas sesiones.
La concentración es la capacidad mental de focalizar voluntariamente toda nuestra atención sobre un solo objetivo. Este objetivo, ya sea una acción o una actividad, debe estarse realizando durante ese mismo momento o debe estar muy próximo a llevarse a cabo.
Del mismo modo, la capacidad de concentración implica que dejemos de lato todos los demás hechos u objetos que puedan interferir en nuestra atención. Solo así le estaremos dedicando la totalidad de nuestra concentración a dicha actividad, lo que implica también que obtengamos mejores resultados.
Por este motivo, la concentración es imprescindible para cualquier opositor. Todos deberíamos de aprender más sobre su funcionamiento, sobre sus estímulos, así como también sobre sus deficiencias, para poder aplicarla de una mejor manera, consiguiendo mejores resultados.