Es posible que hayas puesto a estudiar ya varias veces y has acabado viendo que todo se te olvidaba al día siguiente. No te preocupes, tenemos unos consejos que te van a ir la mar de bien para que aproveches tu tiempo mucho más. Quédate a leer esto porque te interesa. La pérdida de capacidad de retención de la información estudiada y la intensidad del recuerdo se reflejan normalmente en la llamada curva del olvido. Si quieres saber en qué consiste y cómo puede afectarte a la hora de memorizar el temario, ¡sigue leyendo!
El fallo más típico de los estudiantes: el olvido de lo estudiado
Vamos a imaginarnos una situación, ¿vale? Imaginemos, por no decir que siempre es así, que tenemos una semana para estudiarnos el temario de una asignatura. Llega el fin de semana previo y bueno, decidimos empezar a estudiar ya el lunes, para tenerlo todo más fresco. Y llega el lunes, nos ponemos a tope y decidimos que vamos a estudiarnos tres temas cada día y el último día de repaso. Después de tres horas hemos conseguido «estudiarnos» los tres primeros temas y nos los sabemos a la perfección. Y si no, que me pregunten… Continuamos así hasta que llegamos al jueves, el día que nos toca repasar todo. Y, ¿qué pasa?, pues que los seis primeros temas nos suenan otra vez a chino.
En consecuencia, nos frustramos y muchas veces nos damos por vencidos. No estudiamos, o repasamos de la forma adecuada. ¿Te suena la curva del olvido? Continúa leyendo que esto te interesa.
Lo que debes saber sobre la curva del olvido
Fue el filósofo y psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus (1885) el pionero del estudio sobre cómo olvidábamos a medida que pasaba el tiempo, algo que él bautizó como "curva de aprendizaje".
Si sabes cómo funciona esta curva, nunca más volverás a olvidarte de todo lo estudiado. Pero el hacerlo o no es tu decisión. Te explicamos. La curva de olvido explica cómo retenemos todo lo que estudiamos. Vamos a basar los cálculos en 1 hora de estudio, ¿te parece? Después tendrás que multiplicar los tiempos por el número de horas que estudiaste el primer día.
- Primer día. El día uno después de estudiar, creemos que nos pueden dar ya el doctorado. Empezamos con un 0 % y cuando cerramos el libro tenemos un 100 % de conocimientos.
- Segundo día. Existen dos tipos de personas, los que repasan lo del día anterior y los que no. Si en el segundo día solo te limitas a aprender contenidos nuevos, al final del día habrás olvidado entre el 50 % y el 80 %. Lo correcto sería encargarnos de repasar para que nuestro cerebro sepa que no lo debe olvidar.
- Séptimo día. Tengo una mala noticia, y es que después de una semana solo nos acordaremos del 10 % de lo que estudiamos.
- Trigésimo día. En un mes, si no hemos repasado nada, solo nos acordaremos del 2 %. Triste, ¿verdad?
Wranx || En este gráfico podemos ver claramente cómo la información almacenada en nuestro cerebro se pierde con el tiempo si el individuo no trata de retenerla al cabo de los días.
Cómo puedes cambiar la forma de la curva del olvido
El primer paso es entender el funcionamiento de la curva. Una vez entendamos eso, te digo, el truco para no olvidar es hacer que la curva no descienda. ¿Cómo? Tienes que invertir una cantidad de tiempo pequeña cada día para repasar. Es mucho menos tiempo si lo comparamos con las horas de estudio iniciales. Mira.
- Segundo día. Después de la larga jornada de estudio solo necesitas 10 minutos de repaso para mantener la curva al 100 %. Como ya te advertimos antes, estos 10 minutos son si el primer día estudiaste una hora. Si no, tendrás que multiplicarlo por las horas de estudio de ese día.
- Séptimo día. El día 7 solo necesitarás 7 minutos de repaso para mantener esa curva a raya y hacer que no baje del 100 %.
- Trigésimo día. Si has cumplido con los tiempos los días anteriores, el día 30 solo necesitarás 3 minutos de repaso.
Ahora es el momento de sacar partido a la curva del olvido y dejar de sufrir sus efector. Con nuestros consejos verás como realmente acabas ahorrando tiempo de estudio y reteniendo más información. Si no te lo crees haz la cuenta y verás todo el tiempo que puedes llegar a perder. ¿A qué esperas? ¡Ponlo en práctica desde hoy mismo!