Guía de consejos para volver a estudiar a los 30

No te pongas límites. Y menos si lo que te frena tiene que ver con la edad. Hay muchas decisiones que tomamos cuando somo demasiado jóvenes como para valorar sus consecuencias verdaderas. Un ejemplo más que evidente es el de dejar los estudios cuando eres un adolescente. Parte importante de la madurez pasa por tomar decisiones, aunque algunas impliquen rectificar por caminos a los que creíste que no ibas a volver. No pierdas más tiempo, aplica estos consejos para ser un buen estudiante ¡a partir de los 30! Vas comprobar que nunca es tarde para retomar los estudios después de muchos años y marcarte nuevos objetivos profesionales.

Motivos para estudiar una oposición online.

1. Rompe la barrera mental que tú mismo te has impuesto

Antes de coger de nuevo los libros y volver a tomar apuntes tienes que tener la convicción de que puedes con ello. Si tú no crees en tus posibilidades de estudiar tras esos años de parón, va a ser complicado que lo consigas. ¡Tendrás la excusa perfecta para abandonar al primer contratiempo!


Graba en tu cabeza algunas ideas, para los momentos de bajón en tu autoestima. Por ejemplo, que las capacidades intelectuales no se pierden, ni la de memorizar y asimilar conceptos. En todo caso, tendrás que superar el obstáculo de haber dejado de practicarlas, pero enseguida que recuperas la rutina, el engranaje funciona.

2. La organización del tiempo, la clave para estudiar a los 30

Si cuando eras más joven y no tenías responsabilidades, sacar tiempo para estudiar ya te traía de cabeza, ¿qué puede ocurrir ahora que tienes trabajo, familia, obligaciones en las tareas de casa…? Esta falta de horas y exceso de obligaciones es tu mayor enemigo, ¡salvo que te planifiques tu calendario de estudio con sentido común!

Ten en cuenta las diferentes modalidades de enseñanza que hay en la actualidad. Si no puedes asistir a clases presenciales, apúntate a cursos online o a distancia. Tampoco es necesario que te matricules de un curso completo, a estas alturas, te da igual tardar más en tener ese título académico.

3. Los incentivos, siempre presentes

Tienes mucha razón. Por mucho que hayas programado la agenda perfecta, en la que has encontrado hueco para estudiar sin dejar de lado el resto de tus actividades cotidianas, si no la cumples… se convierte en papel mojado.

Para no desfallecer y tener fuerza de voluntad para dejar el sillón y sentarte a estudiar, recuerda por qué lo haces. Es el momento perfecto para ascender en tu trabajo, para encontrar estabilidad, para dominar esos conocimientos que te abrirán nuevas oportunidades. Es ahora o nunca y merece la pena el esfuerzo.

4. Estudia lo que te gusta, esta vez sí

Aunque hay situaciones en las que no tienes esta opción, siempre hay una forma de enfocarlo hacia los contenidos que más te atraen:

  • Si tu caso es el de preparar unas oposiciones, inscríbete en aquellas que más encajen con tus preferencias profesionales.
  • Si estudias para poder ascender en tu empresa, no te limites a un departamento concreto. Analiza todos los que hay disponibles y decide en cuál te gustaría trabajar. Busca carreras o cursos profesionales que te permitan aspirar a un puesto en el elegido y no cejes hasta conseguirlo.
  • Y, si vas a matricularte en una universidad o centro académico porque te apasiona ese campo de conocimiento, entonces ya lo tienes más que claro y estás motivado de sobra porque no estudias para conseguir un objetivo, sino que tu meta es precisamente el aprendizaje.

Las razones que te han podido llevar a la idea de volver a coger los libros son muchas, desde el mero placer de profundizar en algún campo de conocimiento a progresa en tu carrera profesional o presentarte a unas oposiciones. Da igual el motivo, para todos te será igual de válida esta guía de consejos para volver a estudiar a los 30.