¿Estudiar de día o de noche? 3 consejos que te ayudarán a decidir

A los seres humanos nos encanta eso de clasificarnos: los activos y los pasivos, los optimistas frente a los pesimistas... De las más recurrentes es la diferenciación entre los estudiantes nocturnos y los diurnos. A la hora de hacer el planning de estudio de una oposición, esta disyuntiva se traduce en la duda: ¿Estudiar de día o de noche? Estos 3 consejos que te ayudarán a decidir en qué grupo te incluyes. Una decisión que es, por encima de todo, muy personal. Parece lógico que planteemos de forma objetiva las ventajas de cada opción y seas tú quién valores, dependiendo de tus circunstancias, la que más eficaz te va a resultar.


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¿Cuáles son las principales ventajas de estudiar por el día?

No siempre está en tus manos elegir el horario de tu jornada de estudio. Si asistes a clases, si trabajas, si tienes obligaciones familiares ineludibles… En todas estas situaciones ya hay una limitación sobre la que debe girar toda tu planificación. Si esas actividades se realizan por la mañana o primeras horas de la tarde, puedes considerar como estudiar de día aprovechar las horas que restan de la tarde-noche antes de cenar.

Te aconsejamos que valores estos aspectos:

  1. Vas a coincidir con el ritmo que lleva la mayor parte de la gente. Estudiar de día implica que es más fácil coincidir con compañeros a los que poder comentar una duda. También tendrás disponibles a tus tutores o profesores.
  2. Aprovechas la luz natural. Aunque no te parezca un detalle importante, tu vista te lo agradecerá. Está demostrado que se fuerza mucho si trabajas con una iluminación artificial
  3. Reduces la sensación de sentirte aislado. Con una jornada diurna de estudio puedes organizar tus descansos haciéndolos coincidir con los de tu entorno para cosas para comidas, cenas, momentos de relax familiares y actividades comunes en general.
  4. Aprovechas la energía que nos proporciona estar descansados. Lo normal es que nos levantemos más frescos y con la mente más despejada tras haber dormido toda la noche. Eso influye en nuestra capacidad de concentración y atención.

¿Y cuáles son las ventajas de estudiar por la noche?

Seguro que has escuchado en algún momento esa expresión de "¿eres alondra o búho?" No todos lo tenemos tan claro. Para confirmar si lo tuyo es la noche y vas a rendir más con un horario de estudio nocturno, analiza estos puntos:

  • La creatividad. Ya sabemos que preparar unas oposiciones no es el tipo de trabajo en el que tener una vena creativa parece importante. A lo que nos referimos con esta expresión es a que puede facilitarte un enfoque distinto que te ayude a asimilar un concepto que se te resistía.
  • El silencio y la soledad. Desde luego, a cualquier persona le resulta más sencillo concentrarse y, sobre todo, no distraerse si no tiene ruidos y actividad a su alrededor.

Vistas las ventajas de cada opción, ¿en qué debes fijarte para decidir? Estas son nuestras recomendaciones:

  1. Analiza tu rendimiento. Obsérvate durante unos días y comprueba en qué momentos del día te has sentido más activo.
  2. Sé realista. En ninguno de los casos vas a poder aislarte de lo que pasa alrededor. Es importante que puedas establecer una rutina de estudio y descanso estable, valora con qué opción será más factible que la cumplas.
  3. Las condiciones ambientales. El tema de la luz y tener un espacio exclusivo para estudiar es esencial. Si no dispones de los mismos medios en ambos supuestos, debes descartar la jornada en la que sean más limitados.

Recuerda que no debes agobiarte con la decisión de estudiar de día o de noche. Estos consejos sirven para que despejes las dudas más frecuentes. Pero el mejor consejo es que tu objetivo sea optimizar tu productividad.