A la hora de estudiar, debemos siempre mantener un buen rendimiento. Para ello, no solo es necesario estar bien físicamente, sino también mentalmente. Si tu mente está llena de problemas o preocupaciones, nunca podrás concentrar ni alcanzar resultados eficientes.
Si tu mente se encuentra preocupada por algo, es probable que siga estándolo durante el tiempo que planeas dedicarte a estudiar. Por esta razón, tu mente no podrá focalizarse en un solo objetivo y no podrás concentrarte.
Por ello, es recomendable vaciar la mente antes de empezar a estudiar. Las preocupaciones y todos los pensamientos que nos estén afectando deberán quedar fuera de nuestro lugar de estudio. Solo así podrás concentrarte por completo y mantener un adecuado rendimiento.
Si no consigues despejar tu mente, es recomendable empezar a escribir en una hoja todas tus preocupaciones o las cosas que te incomodan. Anotar todo esto, frecuentemente, es una manera sencilla de despejarte para que empieces a concentrarte en tu objeto de estudio.