Para aprovechar al máximo una sesión de estudio, es necesario que esta se lleve a cabo en un lugar que brinde las condiciones necesarias. Una de estas condiciones, que influye directamente sobre el desempeño del estudiante, es la iluminación.
Por lo general, es recomendable estudiar bajo luz natural. Esto quiere decir que se debe estudiar en las mañanas o por las tardes y con las cortinas siempre abiertas. Además, si bien la habitación debe contar con una buena iluminación, tampoco es beneficioso el exceso de ella.
Pero no siempre es posible estudiar con luz natural. En el caso que se estudie con luz artificial, es imprescindible contar con una luz indirecta que ilumine toda la habitación, así como también con una luz directa, un foco concentrado sobre nuestro lugar de estudio.
Es importante conciliar ambas luces. Estudiar en una habitación oscura, pero con una bombilla iluminando directamente nuestro lugar de estudio, podría producirnos fatiga. La mejor opción es estudiar con la luz natural, sino debemos conciliar una luz general con una luz directa hacia nuestro lugar de estudio.