¿Qué debo estudiar si quiero ser traductor?

Una de las prioridades de cualquier país en materia de educación debería ser la inversión en enseñanza de idiomas. ¿Por qué no aprovechar y enfocar tu futuro profesional hacia este ámbito con tantas posibilidades? Si tu principal duda es no saber qué debes estudiar si quieres ser traductor, te damos todas las claves.

Para empezar, y tras elegir tus estudios, tómate esta profesión con seriedad. Uno de los problemas del sector es el intrusismo, la presencia de personas que no cuentan con la formación necesaria para garantizar la calidad de sus traducciones.

Pruebas de las oposiciones a Traductor o Intérprete

Requisitos para ser traductor

Una de las primeras cuestiones que tienes que plantearte es tu facilidad respecto al aprendizaje de idiomas. No es imprescindible, pero desde luego es una ventaja si cuentas con estas aptitudes ya de partida.

Y, además, antes de iniciar unos estudios concretos de otras lenguas, ten en cuenta que es necesario un dominio extraordinario de tu lengua materna. En todos los registros, las expresiones coloquiales y las cultas, la versión oral y la escrita. Sólo desde el conocimiento de tu idioma puedes realizar una traducción fiable.


En esta misma línea, te conviene profundizar en asuntos como la cultura o las costumbres, elemento que contribuyen a facilitar el trabajo de un traductor. Quienes reclaman los servicios de un intérprete profesional siempre exigen que sea una persona nativa en la lengua a la que va a traducir.

Finalmente, un consejo. Te conviene asumir tu “invisibilidad”. Sí, entre las principales cualidades de un buen traductor debe primar el anonimato, la falta de protagonismo. El texto o la conversación que traduces no son tuyos. Tu papel es ceñirte lo más posible al espíritu e intención de su autor, ¡sin aportaciones personales!

Estudios oficiales de Traducción e Interpretación

Hasta que llegó el Plan Bolonia a nuestras vidas, existía una Licenciatura de Traducción e Interpretación. Ahora, lo que hay es un Grado en Traducción e Interpretación. Es posible estudiarlo en numerosas universidades en España, repartidas por todo el territorio nacional, así como en gran parte de los países de Latinoamérica.

Sin embargo, no es un requisito indispensable tener este título de Grado para ejercer como traductor profesional. La misma validez tiene haber cursado otra carrera y, eso sí, completarla con estudios específicos en traducción. Una de las vías más habituales es la de los máster o cursos postgrado, como por ejemplo, un Máster universitario en Traducción Profesional Inglés-Español, Traducción Creativa o Traducción Especializada.

Esta última opción tiene mucho sentido. Los traductores acaban especializándose en un área o ya lo están desde el inicio de sus carreras. Por ejemplo, traductores financieros o de textos jurídicos, para lo que necesitarás superar el examen para la obtención del título de Traductor-Intérprete Jurado. Es muy interesante que su preparación universitaria se haya focalizado en esas materias. Por eso son tan frecuentes los traductores que has estudiado Derecho, Economía o, incluso, carreras científicas y tecnológicas, por citar algunos casos cada vez más demandados.

Otros conocimientos y habilidades interesantes para un traductor

Además de profundizar en dos lenguas distintas de la nativa, conviene que para ser competitivo como traductor te formes en estas cuestiones:

  • Pruebas de competencias lingüísticas. Es interesante que te presentes a este tipo de exámenes que convocan academias, escuelas y distintas organizaciones de traductores. Son una demostración de tus habilidades en los idiomas que has estudiado.
  • Informática. Tanto programas de tratamiento y edición de textos como las llamadas herramientas de Traducción Asistida por Computador (TAC).
  • Mecanografía. Aunque te suene un poco antiguo, teclear con rapidez y precisión es algo que vas a agradecer mucho en tu día a día.

Los avances tecnológicos también son cruciales en este sector. Pero, no nos engañemos, de momento ningún sistema informático tiene los matices y la exactitud de un profesional. Ahora que tienes la respuesta a qué debo estudiar si quiero ser traductor, se te abre todo un mundo de posibilidades. Una vez te formes bien, puedes probar suerte tanto en el sector público, mediante las oposiciones para traductores e intérpretes, como en el sector privado. ¡Aprovecha!

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