Dicen que una de las cuestiones que más diferencia a los jóvenes españoles de nuestros vecinos europeos es el deseo que tenemos en España de acceder a un empleo público “para toda la vida”.
Se trata de una garantía de futuro que nos permite conseguir unos ingresos regulares y, a partir de ahí, planificar nuestro proyecto vital. Pero para conseguir un empleo público es indispensable superar unas oposiciones, un largo proceso para el que hay que estar bien preparado y en el que cada detalle cuenta a la hora de sumar puntos.
3 consejos para conseguir el acceso al empleo público
Accede a mejores oposiciones y con mayores oportunidades
A la hora de prepararse para acceder a un empleo público con garantías hay dos factores esenciales: la formación y la experiencia, que nos harán sumar méritos a los puntos que consigamos sacar en el examen. Cuanto mejor formado estés y más experiencia tengas, más fácil te será conseguir esa plaza que tanto deseas. A veces, la experiencia no es algo que podamos controlar, pero sí que podemos acceder a mejores oposiciones -y mejorar nuestras perspectivas- gracias a la formación y a los títulos que tengamos.
De hecho, en España hay 3 escalas de funcionarios. Los titulados universitarios acceden al grupo A, los técnicos superiores al B, los candidatos con el bachillerato o técnico al C1 y los que tengan la ESO al C2 -dentro del A también se diferencian entre A1 y A2-.
Sobra decir que los funcionarios del cuerpo A1 tienen un salario mayor que los del A2, que a su vez cobran más que los del B, etc. Así que, cuanto mayor sea nuestro nivel formativo, más fácil será que podamos acceder a oposiciones para un rango superior.
Títulos académicos como puerta a las oposiciones
Pero más allá de la formación universitaria, podemos opositar con cualquier tipo de titulación, lo que nos permitirá sumar puntos en el concurso de méritos. En este sentido, es muy importante que te leas bien las bases de la convocatoria, ya que no todos los cursos valen para los diferentes tipos de oposiciones y según a qué te presentes podrás utilizarlos o no.
A la hora de engrosar nuestros méritos con cursos relacionados con nuestro expediente académico y el sector para el que opositaremos, es conveniente informarse bien sobre la oferta formativa que ofrece cada escuela y su validez de cara a nuestras oposiciones.
Por ejemplo, un centro oficial de estudios como Barreira ofrece un amplio catálogo de estudios relacionados con el diseño. Pues bien, si optas por cursar alguno de ellos para tener más méritos, deberás informarte en el centro sobre cuáles son baremables en unas oposiciones.
Además, en las bases verás que hay un apartado dedicado a la formación específica o complementaria. Allí se explican los puntos que nos ofrecen los másters, doctorados, diplomas, cursos de especialización, etc. que puedas tener.
Muchas veces contar con una segunda carrera universitaria o con un grado de Formación Profesional nos ayudará a sumar puntos. Sin olvidar la importancia de los idiomas.
Aprende idiomas a tu ritmo y realiza exámenes oficiales
En las comunidades bilingües es esencial dominar ambas lenguas, pero muchas veces tener un nivel determinado de la lengua autóctona nos permitirá sumar más puntos. Algo similar ocurre con el resto de idiomas: nos pueden pedir un nivel mínimo para acceder, que hay que justificar con pruebas oficiales, aunque un nivel superior nos ayudará a ganar puntos. Pero el inglés ha dejado de ser suficiente, y no es de extrañar que nos exijan un segundo o incluso tercer idioma.
Llegados a este punto son muy interesantes los cursos del INEM, que nos permiten actualizar el apartado de formación de nuestro currículum con cursos adaptados a las últimas novedades del mercado y, además, gratuitos.
Muchas veces, entre el catálogo que oferta el INEM se encuentran interesantes cursos de idiomas. Estos cursos nos permitirán acceder a los exámenes oficiales, con los que podrás conseguir los títulos oficiales aceptados en las oposiciones. Eso sí, lo ideal es conseguir los títulos de idiomas antes de que se convoquen las oposiciones y dejar de preocuparnos por ellos, para invertir nuestro tiempo en preparar el resto de pruebas a las que nos enfrentaremos.